Opositores al gobierno de Fidel Castro reaccionaron este lunes en forma diversa a la decisión de los cancilleres de la Unión Europea (UE) de mantener hasta junio de 2006 la suspensión de las sanciones diplomáticas adoptadas en 2003 para protestar por el encarcelamiento de 75 disidentes.

"Eso es un error en la política exterior de la Unión Europea. La UE no sabe cuánto daño le hace a la democracia en Cuba esta posición que ha adoptado", dijo a la AFP la economista Martha Beatriz Roque, quien encabeza la Asamblea para Promover la Sociedad Civil (APSC).

Los cancilleres de los Veinticinco decidieron también este lunes mantener la política de diálogo adoptada en enero, y ratificaron la Posición Común hacia Cuba, con la que desde 1996 la UE pide al gobierno de la Isla cambios a favor de la democracia, respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales, y una mejoría en la condiciones de vida de los cubanos.

Los Veinticinco destacaron asimismo la falta de progresos en materia de derechos humanos en Cuba, deploraron que no se haya excarcelado a más presos políticos y condenaron las expulsiones de legisladores y periodistas europeos que a mediados de mayo intentaron asistir al Congreso de la APSC.

"Nos congratulamos de algún modo de que la UE ratifique esa política de mantener el diálogo, nos parece bien positivo que la medida se extienda más tiempo", dijo el opositor Manuel Cuesta Morúa, portavoz de la agrupación Arco Progresista.

Las sanciones adoptadas en 2003 por la UE incluían la invitación a los disidentes a las fiestas que celebran las embajadas europeas en La Habana con motivo de sus fiestas nacionales, además la suspensión de las visitas de alto nivel, y la limitación de la colaboración, sobre todo en el ámbito cultural.

A instancias de España, y tras constatar la inefectividad de las sanciones, la UE decidió en enero pasado levantar temporalmente las medidas.

"Nos parece que la combinación entre una política firme de principios y el ejercicio del poder blando, es decir, de la flexibilización (de la UE), puede traer mejores resultados que la política sólo del poder duro e inflexibilidad hacia la situación en Cuba", añadió Cuesta Morúa.

Vladimiro Roca, portavoz de movimiento Todos Unidos, rechazó la decisión. "Eso debe enseñarnos a los cubanos que de la Unión Europea no debemos esperar nada", dijo.

Si los europeos "no han sido capaces de defender el derecho que ellos tienen como países a invitar a sus fiestas nacionales a cualquier miembro de la sociedad cubana, sencillamente, si no defendieron su derecho, cómo puedo pensar que van a defender el mío", añadió.

La decisión de la UE es "difícil", estimó por su parte el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez Santacruz, porque "el gobierno de Cuba es una especie de paria internacional en materia de derechos civiles y políticos".

"Cualquier forma de diálogo serio o compromiso con él es poco viable, debido a que el comandante Castro no está dispuesto a aceptar la necesidad de reformas modernizadoras en Cuba, ni ninguna forma de diálogo", añadió.

El abogado René Gómez Manzano, otro de los líderes principales de la APSC, opinó que la decisión soberana de la UE "hay que respetarla", y consideró "muy positivo" que los cancilleres hayan constatado la falta de progresos en materia de derechos humanos en la Isla.

Para el economista y periodista Oscar Espinosa Chepe, condenado en 2003 a 20 años de prisión y excarcelado en noviembre pasado por problemas de salud, la UE tiene "pocas opciones" frente a La Habana.

"No estamos a favor de la ruptura de los contactos (de la UE) con el gobierno cubano. Creo que eso incluso beneficiaría a los sectores más duros dentro del gobierno", señaló.