AFP/ Francfort. La sección alemana de la Sociedad Internacional de Derechos Humanos (IGFM) pidió este lunes en Francfort la puesta en libertad de dos líderes sindicales arrestados en Cuba la semana pasada por repartir ejemplares de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Los detenidos, Giordis Enrique Mendoza Ruiz y Orlando Carlos García Pérez, fueron acusados por la policía cubana de difundir "textos contrarrevolucionarios".

Según el presidente del opositor Partido Pro-Derechos Humanos, Antonio Diasquintal Fernández, los sindicalistas sufrieron acoso por parte de adeptos al régimen de Fidel Castro y fueron posteriormente detenidos por las fuerzas de seguridad mientras repartían la Declaración de los Derechos Humanos entre trabajadores de los municipios habaneros Cerro y Regla.

"La situación de los derechos humanos en Cuba es catastrófica", afirmó Martin Lessenthin, portavoz del directorio de la Sociedad Internacional de Derechos Humanos.

El gobierno de la Isla, que "reconoce los principios de las Naciones Unidas y también la Declaración Universal de los Derechos Humanos, no titubea en tildar de 'contrarrevolucionarios' y de 'peligro social' textos fundamentales de la ONU, ni en castigar con penas de prisión a quien ose distribuir esos documentos", agregó.

Mientras la opinión pública mundial estaba en vilo por la guerra de Irak, el gobierno cubano detuvo a 75 periodistas y activistas de derechos humanos, y pocos días después los condenó a un total de 1.454 años de cárcel.

Lessenthin recordó, por ejemplo, el caso de otros disidentes que están en la cárcel incluso antes de la ola represiva lanzada en marzo: Leonardo Miguel Bruzón, presidente de la organización de derechos humanos 24 de Febrero, quien desde el 23 de febrero de 2002 se encuentra detenido sin haber sido llevado a juicio.