Cuba se encuentra al frente de la lista de países con más periodistas presos, con 32, por delante de Birmania (15), Eritrea (14) y Nepal (13), según un informe difundido este domingo por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).

Según EFE, el documento —dado a conocer durante la reunión semestral de la SIP celebrada en el balneario mexicano de Los Cabos—, expresa que "el panorama del periodismo en Cuba continúa marcado por acontecimientos cada vez más deplorables contra el ejercicio libre de la profesión, los valores democráticos y la dignidad humana".

"Tras la oleada represiva que hace un año dejó 28 periodistas independientes condenados a entre 14 y 27 años de prisión, confinados a cárceles de alta seguridad y alejados cientos de kilómetros de sus hogares y familias, parecía imposible un peor escenario para el caso cubano", agrega el documento.

No obstante dicha situación, "el Gobierno de Fidel Castro se resiste a todo pronóstico de cordura: periodistas presos y sus familiares han podido comprobar en estos meses que las reservas represivas del régimen son tan desgarradoras como ilimitadas".

Asimismo, la SIP explica en el documento que el único avance en el período fue la liberación en noviembre pasado del periodista Bernardo Arévalo Padrón, fundador de la desaparecida agencia Línea Sur y quien permaneció por seis años en prisión acusado de desacato a la figura de Fidel Castro y del vicepresidente cubano Carlos Lage.

"El régimen cubano mantiene actualmente encarcelados a 32 periodistas en condiciones precarias", cuando han sido desestimados todos los recursos de casación ante el Supremo, así como una petición de los familiares al Consejo de Estado para la excarcelación excepcional de presos políticos por razones humanitarias.

De los periodistas presos, seis se encuentran hospitalizados en salas médicas de los centros penitenciarios o en hospitales provinciales. Por lo que el informe refleja testimonios de familiares de los presos, quienes critican "las inhumanas condiciones de encarcelamiento y la falta de atención médica", que en su criterio "continúan motivando manifestaciones de protesta e insubordinación entre los prisioneros, y en la mayorías de los casos las represalias de los carceleros han sido violentas".

"La medida —según sostiene la SIP— parece estar destinada a calmar las crecientes peticiones de amnistía y las críticas internacionales por el trato a los prisioneros de conciencia, en vísperas de las sesiones de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra".

El informe plantea además que "la embestida oficial contra una treintena de representantes de la prensa independiente que se mantienen activos en todo el país ha sido implacable durante el último semestre (…), el aparato policial está empeñado en liquidar los focos de creatividad profesional libre".

"Golpeada, perseguida y sin el dinamismo alcanzado en los años precedentes, la prensa independiente se ha mantenido contra viento y marea, con el impulso decisivo de las mujeres incorporadas al movimiento", denuncia.

Según sostiene la SIP, "los desafueros gubernamentales no sólo afectan a los comunicadores independientes, sino que se cierne sobre cualquier alternativa de información ciudadana, al margen del control oficial, como es el acceso a Internet".

Con respecto a este tema, el documento indica que "nuevas reglas impuestas en enero pasado prohíben el acceso a la red global a través del sistema telefónico estatal", con lo que quedan sin opción centenares de cubanos que hasta ahora accedían a Internet sin autorización del gobierno.

Luego de la presentación del informe sobre la situación de los periodistas encarcelados en Cuba, la asamblea general de la SIP escuchó un mensaje enviado por Blanca Reyes, esposa del periodista y poeta cubano Raúl Rivero, Premio Mundial de Libertad de Prensa 2004 de la UNESCO, condenado a 20 años de cárcel.