El disidente cubano preso Leonardo Miguel Bruzón Ávila, quien mantiene una huelga de hambre desde hace más de 35 días, se encuentra en "estado crítico", denunció el martes su madre, Alcira Ávila.

Otro preso político, Julio Antonio Valdés Guevara, está hospitalizado por serios trastornos renales. Familiares y activistas de derechos humanos lanzaron el lunes un llamado de urgencia a la Cruz Roja y la comunidad internacional para salvar su vida.

Bruzón está detenido desde febrero de 2002 sin que la fiscalía haya fijado aún cargos en su contra. Según EFE, Ávila explicó que su hijo inició la huelga de hambre para exigir que se aclare su situación.

El disidente, que lidera el Movimiento 24 de Febrero, se encuentra recluido en la prisión Combinado del Este, de La Habana, y ha pedido recibir atención médica fuera de la cárcel.

Ávila dijo que Bruzón, de 47 años, sufre polineuritis general (falta de vitaminas), gastritis y un gran desgaste físico; pesa unas 80 libras (alrededor de 40 kilos), ha perdido la dentadura y desde hace días vomita sangre.

"Mi hijo se encuentra en estado crítico", dijo la mujer y pidió la puesta en libertad de Bruzón porque, dos años después de su encarcelamiento, "no hay petición fiscal" de condena.

"Leonardo quiere una petición fiscal y un hospital fuera de la cárcel, después dejará la huelga", insistió su madre.

Bruzón fue detenido cuando organizaba una misa en memoria de cuatro pilotos de la organización del exilio cubano Hermanos al Rescate, cuyos aviones fueron derribados por cazas del ejército cubano en febrero de 1996.

Julio Antonio Valdés Guevara, de 52 años, fue detenido durante la campaña represiva contra la oposición interna lanzada por el gobierno cubano en marzo de 2003. Una insuficiencia renal crónica ha llevado a que se le considere actualmente el caso más crítico entre los presos políticos con problemas de salud, informó El Nuevo Herald.

"Este hombre está sumamente enfermo desde hace mucho tiempo", dijo Elizardo Sánchez Santacruz, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN). "Su estado de salud sería incompatible con el internamiento carcelario en cualquier país democrático", añadió.

La hermana del opositor, Matilde Jérez Guevara, afirmó que cuando fue arrestado "ya estaba severamente enfermo, y en la cárcel todo ha sido desastroso".

"Estamos exhortando a la Cruz Roja, a los organismos internacionales y a todas las personas de buena voluntad en este mundo a que intercedan para salvar a mi hermano", agregó.

La mujer se someterá a análisis médicos para definir si es compatible como donante de órganos en beneficio de su hermano. Sin embargo, desconfía de los resultados.

"¿Qué seguridad médica puedo tener aquí, si ni siquiera podemos ver los exámenes que se le practican a mi hermano? ¿Cómo confiar cuando se le han puesto medicamentos no apropiados para su condición?", preguntó en conversación con el diario.

Valdés Guevara, un bibliotecario independiente, fue condenado a 20 años de cárcel en abril de 2003. Según su hermana, los problemas de salud se le agravaron después de que le suministraran, en enero pasado, un medicamento inyectable que le causó una crisis de presión arterial.

El disidente, internado en la cárcel de Canaleta, en Ciego de Ávila, fue trasladado de urgencia a una sala penal del hospital Julio Trigo, en La Habana. Sus familiares consideran que el gobierno cubano debe otorgarle una licencia extrapenal y liberarlo por motivos humanitarios.

Doce presos políticos cubanos están actualmente hospitalizados; entre ellos el economista Oscar Espinosa Chepe, de 63 años, al que le han diagnosticado tumores cancerosos.