Amnistía Internacional (AI) instó este martes a La Habana a liberar "inmediatamente" y "sin condiciones" a los 75 "presos de conciencia" que permanecen detenidos desde las redadas llevadas a cabo por las autoridades de la Isla hace un año, informó EFE.

En marzo de 2003 el gobierno de Fidel Castro arrestó a decenas de disidentes de toda la Isla. Algunos fueron puestos luego en libertad, pero otros fueron sometidos a "juicios precipitados y manifiestamente injustos" y condenados a largas penas de cárcel, dijo la organización en un comunicado.

AI afirma haber revisado "detalladamente" las acusaciones formuladas por las autoridades contra los opositores y haber llegado a la conclusión de que se trata "de presos de conciencia, detenidos por la pacífica expresión de sus creencias" y el ejercicio de sus derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión.

En un nuevo informe sobre tema, que se analizará en el actual período de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, iniciado el lunes en Ginebra, AI se refiere a las condiciones en que están los presos políticos, según algunas fuentes consultadas.

La organización asegura haber recibido informaciones sobre malos tratos a los disidentes por parte de guardianes de prisiones y de presos comunes que reciben órdenes de los carceleros.

Uno de los casos denunciados es el de Víctor Rolando Arroyo Carmona, quien fue sacado de su celda y golpeado por tres guardianes el 31 de diciembre 2003.

También hay denuncias de presos que han sido mantenidos en situación de total aislamiento durante largos períodos de tiempo, y de otros a los que se les ha negado una atención médica adecuada para sus padecimientos.

AI critica "la práctica de encarcelar deliberadamente a presos de conciencia a grandes distancias de donde viven sus familiares". Esto "contraviene los principios de las Naciones Unidas y puede considerarse un castigo adicional impuesto a los presos y a sus familias", dice la organización.

Por otra parte, AI denuncia que se han restringido las comunicaciones escritas y telefónicas entre muchos presos y sus familias, lo que se atribuye a "intentos de hostigamiento por parte de los funcionarios de prisiones".

"Las autoridades cubanas deben poner en libertad de forma inmediata e incondicional a todos los presos de conciencia", dice AI.

La organización solicita mientras tanto al gobierno "respetar los principios y normas internacionales en materia de derechos humanos" a la hora de tratar a esos prisioneros.

Amnistía Internacional pide, por otro lado, a La Habana dar marcha atrás a la aplicación de la pena de muerte.