Carceleros cubanos golpearon al disidente Jorge Luis García Pérez (Antúnez) y a familiares que lo visitaron en la prisión de Ariza, en Cienfuegos, informó este martes Directorio Democrático Cubano, citando a la hermana del detenido, Bertha Antúnez.

"Lo golpearon salvajemente", dijo la mujer al Directorio, una organización de exiliados cubanos con sede en Miami. "Le colocaron una esposa en cada mano y lo halaban hacia lados contrarios para partirlo en dos. Él comenzó a sangrar por el cuello y le faltaba mucho el aire", agregó.

En un comunicado, el Directorio indicó García Pérez había solicitado a oficiales de la prisión que entregaran a su hermana las cartas y postales de solidaridad que ha recibido desde diversos países y que se encuentran en manos de la Seguridad del Estado del penal.

Bertha Antúnez dijo en una llamada telefónica a la organización que, al final de una visita familiar a la cárcel, el oficial encargado le comunicó al prisionero que no le darían las cartas. Este hecho generó una fuerte discusión con el disidente, quien llamó mentirosos a los carceleros y les dijo que no se iba a callar.

"El oficial golpeó a mi hermano con un piñazo que lo tiró al suelo, entonces acudieron decenas de guardias que lo golpearon sin clemencia. Yo me encontraba con dos personas más de la familia y con un niño de nueve años, hijo de la novia de mi hermano, y con mi nieta que sólo tiene dos años", dijo la mujer.

"Al niño, Yediel Rodríguez Pérez, lo golpeó un guardia en la espalda a la altura del riñón. A mí me dieron golpes en la espalda y el cuello porque me metí en el medio de aquel abuso para proteger a mi hermano. Les grité cobardes, asesinos, esbirros, él es un hombre solo, indefenso", añadió.

La familia Antúnez pidió que el hecho sea denunciado ante organismos internacionales de derechos humanos, y alertó de que "en Cuba se viven momentos de mucha inseguridad personal para los activistas de derechos humanos y especialmente para los presos políticos que se encuentran a la merced de las agresiones del régimen".

"Que el mundo no piense que porque este gobierno excarceló a algunos prisioneros políticos existe voluntad alguna de cambio. Siguen golpeando en las prisiones, amenazando y encarcelando a nuevos activistas. Nuestra familia y nuestras vidas se encuentran en serio peligro", dijo la hermana del preso político.