La mentira es el hilo conductor de Perfecto amor equivocado, la última cinta del director Gerardo Chijona, que se exhibe por estos días en el circuito de estreno de La Habana. El tema, tratado anteriormente en su largometraje Adorables mentiras, le granjeó al realizador el Colón de Oro en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva de 1992.

La falsedad generalizada, ingrediente de la moral predominante en nuestras relaciones sociales, tiene su historia y sus causas. La historia se remonta al cruce de culturas que dieron origen a nuestra nacionalidad, en un contexto de colonia y esclavismo burgués del cual emergieron dos manifestaciones éticas opuestas: una utilitaria y otra cívica.

La primera, erigida sobre "un individualismo egoísta" y de vida fácil, que se manifestó tempranamente en la prostitución, el juego, la vagancia, la violencia y el interés exclusivo en las "cajas de azúcar y los sacos de café". La segunda —fundamento de la nación y fuente de cubanía—, expresada en la preocupación y ocupación por los destinos de la patria local primero y de la nación después.

La ética utilitaria presente a lo largo de nuestra historia emergió como moral del sobreviviente a partir de la segunda mitad del siglo XX, resultado de las continuas frustraciones populares agudizadas cuando el salario borró toda relación con el costo de la vida, el trabajo dejó de ser la fuente principal de ingresos, la dolarización restableció las diferencias sociales y los cubanos tuvieron que comprar con una moneda diferente a la que reciben como pago. Basada en la doble moral, la mentira, el robo y el choteo, la moral del sobreviviente tiene su principal causa en que los compromisos morales no están fundamentados en la libertad, la igualdad y la dignidad humanas.

Perfecto amor equivocado, coproducida con Wanda Films, se basa en un guión de Lourdes Prieto en colaboración con Eduardo del Llano. Cuenta con la fotografía de Raúl Pérez Ureta, la música de Edesio Alejandro y un destacado elenco de actrices y actores.

La trama conduce de forma dinámica a la vida de Julio, un escritor galardonado 10 años atrás por su novela Un lugar bajo el sol, que vive del recuerdo y aspira a que le sea publicada su nueva novela, A la luz de la luna. Julio, inmerso en un medio corroído y poseído del añejo éxito logrado cuando "era diferente… adorable y tenía facilidad para escribir historias", se enfrenta a un conjunto de situaciones desagradables al regresar de un viaje a Europa.

Su hija se quiere casar con Manuel, un empresario discográfico español que casi triplica su edad. Su esposa —ginecóloga— le ha ocultado esa relación y lo acosa con el dinero para las reparaciones del carro y el apartamento. Miriam, su amante, le exige una definición en las relaciones. Por su parte, Julio rechaza a Manuel hasta saber que su hermano es ejecutivo de una editorial. Ana, una joven periodista convertida en su otra amante, lo entrevista, investiga sobre su vida, lee su nueva novela y usando su texto escribe una novela acerca de la felicidad, el amor y los compromisos, que es premiada con el Juan Rulfo.