www.cubaencuentro.com Martes, 30 de marzo de 2004

 
  Parte 1/2
 
Out por regla
Crisis en el béisbol cubano: Los intentos de fuga hacia EE UU ponen en jaque a los equipos y los peloteros expulsados se quedan en la calle y sin llavín.
por IVáN GARCíA, La Habana
 

Ya los fans denominan la actual campaña beisbolera como la temporada de los balseros. Días antes de arrancar el clásico invernal de la pelota cubana, dos pesos pesados como Yobal Dueñas y el pitcher Maels Rodríguez abandonaron el país en una destartalada lancha, y ahora, en tierra norteña, se aprestan a firmar jugosos contratos con clubes de la Gran Carpa.

Kendry Morales
Kendry Morales: baja de plantilla por intentar abandonar el país.

Mientras se jugaban los primeros compases de la Serie Nacional, cuatro integrantes del equipo Villa Clara, subcampeón nacional, fueron dados de baja de la plantilla. Al menos dos de ellos: el prometedor segunda base Yuliesky Betancourt, 21 años, considerado uno de los mejores a la defensa, y el lanzador zurdo Zaidel Beltrán.

Se tienen noticias —dignas de todo crédito— de que fueron sorprendidos en el intento de abandonar el país por la zona de Caibarién, en el centro-norte de la Isla. Pero ahí no han parado las expulsiones de los diferentes equipos, así como los rumores de peloteros descontentos y deseosos por emigrar hacia Estados Unidos, donde se juega el mejor béisbol del mundo y se pagan salarios que marean.

En la Nochevieja de 2003, los organismos de inteligencia cubanos —que suelen tener ojos y oídos en todas partes— detectaron que tres grandes estrellas de nuestro pasatiempo nacional pensaban abandonar el país. Son los casos de Kendry Morales (20 años), jugador extraclase y la joya de la corona del béisbol en la Isla; Bárbaro Cañizares (28 años), recio bateador, y el pitcher José Ibar (33 años), número uno del montículo después que José Ariel Contreras abandonara el equipo cubano durante una gira por México en 2002.

Es patético lo que sucede en nuestro béisbol. Casi un culebrón. Cuando en el lejano 1962, hace 42 años, el comandante Fidel Castro inauguró la primera Serie Nacional de Béisbol amateur, declaró con orgullo: "Hoy comienza la era del béisbol libre, que sepultará al béisbol esclavo", refiriéndose al béisbol rentado.

Pero en este siglo XXI sus palabras suenan añejas y ridículas. Desde 1991, cuando el pitcher derecho René Arocha abandonó el país y comenzó a jugar en las Mayores, cerca de 220 peloteros han enfilado su futuro deportivo mirando al Norte. Es un goteo incesante, que promete no detenerse.

Las causas son simples: ganar dinero y vivir como Dios manda. En Cuba, un pelotero tiene un salario mediocre y un nivel de vida para zozobrar. Cuando observan que en la Gran Carpa hay paisanos como Rey Ordóñez, los hermanos Liván y El Duque Hernández, o José Ariel Contreras, ganando salarios de seis ceros y viviendo a todo trapo, la ilusión de competir en el exigente béisbol de Grandes Ligas va en aumento.

1. Inicio
2. Muchos jóvenes talentos...
   
 
EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
Una voz inmortal
JORGE EBRO, Miami
El 11-M y el béisbol
IVáN GARCíA, La Habana
Ahora o nunca
JORGE EBRO, Miami
Gloria y caída
IVáN GARCíA, La Habana
El primer paso
JORGE EBRO, Miami
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir