www.cubaencuentro.com Viernes, 18 de julio de 2003

 
  Parte 3/5
 
Un presente lleno de urgencias: Al habla con María Elena Cruz Varela
'Con 75 disidentes cumpliendo largas condenas, con tres fusilamientos, el miedo ya no me vale', afirma la autora de 'Dios en las cárceles cubanas'.
 

Usted fundó Criterio Alternativo, organización que hizo demandas de apertura al Gobierno. ¿Cómo nació el movimiento?

Criterio Alternativo nació al calor de una circunstancia, que fue el "Período Especial" en el año 90. Empecé por mi cuenta, escribiendo una declaración de principios a Fidel Castro cuando gané el Premio Nacional de Poesía en Cuba, el Julián del Casal. Dije: Ahora qué hago, con un premio como éste si me callo estoy pactando, y si no me van a freír. Lo estuve pensando bastante tiempo. Entonces, junto a Roberto Luque Escalona y otros, fundé Criterio Alternativo. Después se nos unió Fernando Velásquez Medina, fuimos creciendo como grupo de intelectuales que estaba revolviendo un poco el potaje, opinando…

Después las cosas fueron variando y vino la declaración de los intelectuales, la Carta de los Diez. La redacción estuvo a cargo de Fernando Velásquez Medina, que ahora está en New Jersey. Yo fui la primera firmante (ya en ese momento era secretaria general de Criterio Alternativo). El primer intelectual cubano al que fui a ver personalmente, para que firmara, fue a Raúl Rivero, y después a Manuel Díaz Martínez. Después a Manolo Granados, que ha fallecido en París, y así sucesivamente… Bernardo Marqués, Nancy Estrada, Jorge A. Pomar, José Lorenzo Fuentes… El único que queda en Cuba es Raúl Rivero.

La Carta de los Diez hacía demandas muy concretas. Nunca más la había vuelto a leer hasta hoy, y es muy irónico si se quiere, porque la última de las cinco peticiones que le hacíamos al Gobierno era una amnistía general para todos los presos de conciencia, y para todos aquellos que habían tratado de salir clandestinamente del país, porque no se podía condenar a nadie por seguir el dictado de su instinto de conservación. Y pensando en estos tres fusilados, cuyos nombres lamentablemente he leído… bueno, aprovecharon para fusilar a tres desconocidos y con eso tapar el escándalo de las sanciones brutales, de las condenas terribles a los 75 disidentes. Te encuentras con quien dice: "bueno, mira, estos no salieron tan mal, 20 años, bueno, de ahí se sale". Sí, me los he encontrado.

Usted vivió desde la oposición, y desde la cultura, el sistema totalitario. Conoció cómo el régimen oprime al ciudadano aun sin meterlo en la cárcel… Ahora, muchos reaccionan ante la represión y las ejecuciones como si anteriormente no hubiera pasado nada…

En el caso de estas personas que han abierto los ojos, soy absolutamente clara y concisa: Bienvenidas sean. Nadie tiene el tiempo de nadie para determinar en qué momento ni bajo qué circunstancias abre los ojos. Llevo 14 años de mi vida invertidos en tratar de que abran los ojos, que oigan, que nos escuchen. Y cuando esto empieza a suceder no vale la pena cuestionarse por qué no lo hicieron antes. Realmente no me importa, ni siquiera que se hayan hecho los desentendidos cuando a mí me pasaron por la freidora hirviendo.

Creo que lo han hecho justamente en el momento en que lo han creído, en que lo han sentido. Si lo miramos bien, ninguno de ellos tenía necesidad de hacerlo. Reconocer que uno se equivoca o que ha estado jugándole a las patas del caballo equivocado, requiere valor… Yo, en este caso, lo que deploro son actitudes como la de Alicia Alonso o Silvio Rodríguez.

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