Organizaciones del exilio cubano en España mostraron este viernes su irritación por la posible asistencia de Fidel Castro a la boda del Príncipe de Asturias, heredero de la Corona Española.

"El presidente cubano Fidel Castro no confirmará su asistencia hasta el último momento ni la de su embajadora en España, Isabel Allende", publicó la agencia Europa Press esta semana, sin precisar otros detalles.

La Casa Real declinó hoy confirmar a Encuentro en la Red la invitación de Castro a la boda real, porque, supuestamente, la lista de participantes no se divulgará hasta la víspera de la celebración. "No podemos decir si está invitado o no", declaró una fuente periodística del Palacio de La Zarzuela, sede de la monarquía española.

Para Miguel Ángel García Puñales, director del Centro de Documentación y Estudios Cubanos de Madrid, una invitación de este tipo sería "contraproducente". Al margen de la diplomacia, "¿quisiera saber si la Casa Real invitaría al dictador de Corea del Norte o al de Guinea Ecuatorial?", dijo.

El opositor se preguntó, además, sobre "lo que hubiera dicho la sociedad española si en su momento se hubiera invitado a Pinochet a un acto de esa naturaleza".

"No lo creo", fue la primera reacción de María Comellas, vicepresidenta primera del Centro Cubano de España, al comentar para este diario los cables de prensa al respecto. "Es lo más desacertado que he escuchado", agregó, porque "no pueden tenerse esas consideraciones con un régimen de tal categoría".

Por su parte, Antonio Guedes, vicepresidente de la Unión Liberal Cubana (ULC), dijo que imaginaba que la invitación sólo era fruto de "un acto protocolar general hacia todos los jefes de Estado y Gobierno que tienen relaciones diplomáticas con España". Sin embargo, a su organización le parece "terriblemente repugnante" que se reciba a cualquier "dictador que no respete los derechos humanos (…) La ULC ni siquiera considera que Castro deba participar en las cumbres iberoamericanas", agregó.

La boda real entre Felipe de Borbón y Letizia Ortiz se celebrará el sábado 22 de mayo en la Catedral de La Almudena, en Madrid, acto al que han confirmado su asistencia jefes de Estado y de Gobierno de varios países, entre ellos siete latinoamericanos. Los presidentes de Argentina, Brasil, México y Venezuela aún no habían precisado su asistencia.