www.cubaencuentro.com Miércoles, 28 de mayo de 2003

 
Parte 1/2
 
Víctor Batista: 'El placer del repaso es tan deleitable como el de la lectura'
El director de la Casa Editorial Colibrí considera que la verdadera biblioteca es la que uno lleva dentro.
por C.E.D., Miami
 

¿Cuántos libros tiene tu biblioteca?

Mi biblioteca consta de dos o tres mil volúmenes. No es un número considerable, pero suficiente para ser caótica.

¿Cómo los tienes organizados: por autor, por tema o indiscriminadamente?

Biblioteca

Está dividida de las tres maneras, aunque mayormente por temas, en secciones que se solapan, entremezclan, subdividen y terminan configurando un caos. Pero hay mucho de azar en esto, o tal vez sea un misterio. Si para Borges el universo es una infinita biblioteca (inconcebiblemente ordenada), mi biblioteca para mí es un ínfimo universo, razonablemente desordenado, es decir, con cierto orden dentro del caos. Los libros no son objetos inanimados, mi relación con ellos es íntima, casi erótica. Yo suelo encontrarlos por una especie de empatía que me imanta hacia ellos. Por eso, para mí revisar una biblioteca ajena tiene algo de voyeurismo, de rascabucheo. No sé por qué, en mi biblioteca la sección erótica está contigua a la esotérica. No fue una cuestión de orden alfabético. ¿Atracción de opuestos? ¿Secreta afinidad?

¿Qué criterio sigues para comprar libros: un criterio racional o te dejas llevar por el impulso?

Un método caótico, a veces simplemente un impulso. No lo sé. Cuando salí de Cuba en mi única maleta llevaba un libro, y éste era, inexplicablemente, el Diccionario filosófico de José Ferrater Mora. Un grueso tomo que aún conservo en avanzado estado de descomposición. Lamento no haberme llevado, en vez, otros libros insustituibles, como, por ejemplo, uno de José Lezama Lima, hermosamente dedicado (Lezama, como sabemos, era un gran dedicador). A propósito, soy renuente a pedir dedicatorias. Creo que es algo que debe surgir con total espontaneidad. Por eso valoro mucho los pocos libros que tengo dedicados. Y por eso, como no puedo ni quiero sustraerme al hábito de prestar mis libros, los no devueltos que más me duelen son los dedicados (haberlos, los hay).

¿Qué haces para controlar la superpoblación, la cantidad excesiva de libros?

Me resigno a que algún día superarán mi capacidad para almacenarlos. Mis estantes ya están abarrotados, encima de los lomos verticales están colocados montones horizontalmente, en precarias barbacoas.

¿Cuál es el ejemplar más valioso de tu biblioteca?

No sé cómo responder a esta pregunta. Supongo que te refieres al valor subjetivo. No creo que podría elegir uno solo, tendrían que ser varios. Y, en cualquier caso, incluso estos varios variarían según la época.

¿Hay libros de los que tienes más de una edición?

Sí, por supuesto. Pero son pocos. Tengo, o he tenido —se me extravían en mudadas o préstamos— distintas ediciones, sobre todo de narradores latinoamericanos, o de clásicos cubanos: el Paradiso, los Tres tristes tigres.

1. Inicio
2. ¿Cuál es el libro...?
   
 
EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
Todos contra Saramago
MIGUEL CABRERA PEñA, Santiago de Chile
Celebración de una trayectoria artística
CARLOS ESPINOSA DOMíNGUEZ, Miami
Arte versus moda
DENNYS MATOS, Madrid
El lenguaje como virus
DM, Madrid
A golpe de guaracha
ENRIQUE COLLAZO, Madrid
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir