Pocos días después que se pudiera ver el documental Más allá del mar (se acaba de proyectar, por cierto, en el recién finalizado Festival Internacional de Cine de Fort-Lauderdale), la salida masiva de cubanos a través del puerto habanero del Mariel (1980) vuelve a cobrar actualidad en Miami, gracias al estreno de la obra The Boys of Mariel, que se mantendrá en cartel hasta el 30 de este mes, en la sede del Teatro Avante (235 Alcazar Avenue, Coral Gables).
Hasta donde tengo información, se trata de la segunda obra escrita en inglés acerca del éxodo marítimo de cubanos hacia Estados Unidos. La primera fue la ópera Balsero, que firmaron María Irene Fornés y Robert Ashley. En cuanto a The Boys of Mariel, sus autores son Bill Yule y Barry Wall, quienes además han asumido la responsabilidad de que cobrase vida en el escenario (el primero asumió el montaje; el segundo, la producción). La obra se estrenó en el Lillian Theater, de Los Ángeles, en 1999, bajo la dirección de Valerie Landsburg, aunque entonces no contó en el elenco con ningún actor de origen cubano. En el montaje de Miami, en cambio, participan varios.
¿Qué llevó a estos dos autores norteamericanos a interesarse por ese tema y a escribir al alimón una pieza teatral? Uno de ellos, Barry Wall, responde así a esa interrogante: "En los anales de la historia de los homosexuales, la del puente marítimo del Mariel, con su enorme número de homosexuales masculinos, ha sido una página pasada por alto. Tanto Bill como yo sentimos que teníamos que escribir esta obra, ya que se trata de la historia de unas personas que fueron arrancadas a la fuerza de su patria y obligadas a rehacer sus vidas, a menudo sin éxito, en una tierra extraña. Es una situación universal que se sigue repitiendo, como una triste y vieja canción".
The Boys of Mariel se propone ofrecer, pues, una imagen de lo que significó aquella oleada migratoria desde el punto de vista de los homosexuales que vinieron en ella. Para ello, Wall y Yule concibieron una obra que desarrolla una historia coral, un modelo que también siguieron dramaturgos norteamericanos como Mart Crowley (The Boys of the Band), Terrence McNally (Love! Valour! Compassion!), Jonathan Larson (Rent) y Tony Kushner (Angels in America), quienes también han abordado temáticas gays. Me refiero a textos que desarrollan la historia de varios personajes, que se reparten por igual el protagonismo. En el caso de The Boys of Mariel, esa estructura resulta idónea, pues al reunir un grupo heterogéneo de caracteres permite a los autores ofrecer un espectro amplio y representativo de la comunidad homosexual cubana que arribó en 1980 a Estados Unidos. Se echa en falta, no obstante, la presencia de un personaje negro, un componente racial importante en el censo demográfico de la Isla.
En la obra se cuenta la historia de seis personajes a lo largo de unos ocho años (1980-1988). Las primeras escenas tienen lugar en el Centro de Detenidos de Krome, a donde fueron llevados los marielitos a su llegada a Estados Unidos. Allí coinciden Javier (Andrés Alexis), Cencio (Michael Burch), Freddo (John Félix), Ricardo (Jorge Hernández), Pedro (Ricky J. Martínez) y Tony (Kevin Varel), quienes aunque no se conocían hasta entonces, habían vivido en Cuba similares experiencias de represión e intolerancia, a causa de su opción sexual. De eso nos vamos enterando mediante los flash-backs que nos trasladan al pasado inmediato de cada uno. La convivencia crea entre ellos lazos de amistad, que los van uniendo por encima de diferencias y discusiones pasajeras. |