Con la voz del colombiano Nelson Pinedo (1953-1958) y con una pléyade de artistas que incluye nombres como los de la eterna Celia Cruz, la Sonora Matancera brilla en el firmamento artístico de América con una historia musical que la pasada semana cumplió 80 años de vida y que bien vale la pena recordar.

Hace más de tres décadas los antioqueños aprendieron a reposar el almuerzo acompañados por la orquesta más grande de América: la Sonora Matancera. Y todo, porque hace ya 32 largos años, Orlando Patiño llevó a las ondas hertzianas su pasión por esta música, originando así el espacio Una hora con los solistas de la Sonora.

Por eso, el lunes 12 de enero, cuando se cumplieron 80 años del nacimiento de la agrupación, el programa desobedeció al cronómetro interno de su nombre y se lanzó con dos horas de puro sabor en los cuales los "soneromatanceromanos" y los recién iniciados con esta orquesta disfrutaron y entendieron por qué su nombre sigue brillando en lo más alto del estrellato latino.

Libre y liberal

Llevando a cuestas el título de "Decano de los Conjuntos de América", la Sonora Matancera fue creada el sábado 12 de enero de 1924 bajo el nombre de La Tuna Liberal. En el barrio Ojo de Agua, ubicado en la ciudad de Matanzas, Valentín Cané (intérprete del tres) y el bajista Pablo Vázquez Govín Bubú parieron uno de los proyectos musicales más legendarios del mundo.

A su lado, varios músicos invitados hicieron realidad el nacimiento del sabor, entre los que se cuentan el timbalero Manuel Sánchez Jimagua, el cornetinero Ismael Goberna y los guitarristas Domingo Medina, Julio Govín, José Manuel Valera y Juan Bautista Llopis. Desde entonces, animando reuniones políticas y familiares, el grupo empezó a tomar fama en la Cuba gobernada por Alfredo Zayas El Chino.

Dos años después de su fundación, algunos de sus integrantes se retiraron e ingresaron en la orquesta de Carlos Manuel Díaz Caíto y Rogelio Martínez Díaz El Gallego (dos nombres que quedarán para siempre en la historia del grupo), convirtiéndose así en el Sexteto Soprano.

En su tercer cumpleaños, el grupo recibió un regalo que 77 años después aún sigue "dando palo". El 12 de enero de 1927 adoptan el nombre de Estudiantina Sonora Matancera y, ya avisando desde su nombre la ciudad de origen, buscan suerte en La Habana. Si La Habana siempre ha sido una ciudad llena de talentosos y de buena música, en 1927 no era la excepción. Así los matanceros llegan a abrirse un espacio en medio de una constelación que mostraba a estrellas como los septetos Habanero, Boloña, Nacional, Matancero y Pinareño, y el Trío Matamoros.

Diez meses después ya empiezan a cantar victoria —nunca mejor dicho— con el sello Víctor. Graban El porqué de tus ojos y Fuera, fuera chino, canciones compuestas por Valentín Cané y José Manuel Valera, respectivamente.

Así, en la década del treinta, ya "graduados" (con sus primeras canciones en acetato, aunque en realidad lo de "Estudiantina" obedecía al predominio de las guitarras en su formación), pasan a llamarse simplemente La Sonora Matancera y empiezan a disfrutar de las mieles propias de una Cuba con la radio en plena expansión.

De este modo, y con un dial ávido de contenidos, ritmos antillanos como el son, el danzón, el danzonete, la rumba, la conga y la guaracha empiezan a tomar más fuerza y la Sonora se presenta en vivo en la emisora El Progreso Cubano, mientras tanto su formación sufre algunos cambios hasta que en definitiva le encuentran la horma al sabor.