A Issac Delgado (La Habana, 1962) debemos uno de los buenos discos de salsa que vieron la luz el año pasado: Versos en el cielo (33rd Street Records). El popular músico ha definido su más reciente trabajo como una deuda que tenía con la Nueva Trova, cuya música ha dejado huellas en varias generaciones de cubanos. El suyo es un disco, apunta, con canciones de "la generación de poetas que en los años setenta llenaron estadios con sus conciertos, que nos contaron con sus guitarras nuestras verdades, sus fantasías en versos y poesías". Y aclara que se le quedaron muchas bellas composiciones y otros tantos autores en "este primer intento por reencontrar el lirismo y la buena música que ellos hicieron, que está allí".

En la trayectoria artística de Issac Delgado, Versos en el cielo lejos de constituir un título insólito es un trabajo que posee una perfecta coherencia con sus intereses artísticos y que en algún momento inevitablemente tenía que realizar. Una vez que se separó de NG La Banda y formó en 1991 su propio grupo, Delgado incluyó entre sus primeras grabaciones temas de representantes de La Nueva Trova, como Pablo Milanés, Pedro Luis Ferrer y Amaury Pérez.

En Con ganas, por ejemplo, que fue el disco a través del cual yo lo descubrí, figuran Son de Cuba a Puerto Rico, del primero, y Por si acaso, del último. En La Fórmula (2001), que ha aparecido en algunos países con el título de Malecón, interpreta una canción a dúo con Milanés. Asimismo, Silvio Rodríguez lo ayudó a escoger algunas de las piezas, y concretamente dos de ellas, Gracias a la vida y Te perdono, fueron sugeridas por él.

La selección realizada por Issac Delgado incluye temas de Ángel Quintero (Corazón, corazón), Pedro Luis Ferrer (Espuma y arena), Gerardo Alfonso (Yo te quería María), Silvio Rodríguez (Quién fuera, Vamos a andar), Frank Delgado (Orden del día), José Pepe Ordaz (Este son para ti), Amaury Pérez (Quédate este bolero), Pablo Milanés (Identidad, Tú mi desengaño), Noel Incola (Son oscuro) y Sara González (Un amor de millones).

Como se puede comprobar, se trata de una lista amplia y representativa, en la cual Delgado se apartó de los títulos más populares y divulgados, para buscar otros de no inferiores méritos literarios y musicales (lo ayudaron en esa labor, entre otros, Jorge Gómez, Tony Pinelli, Amaury Pérez y Adolfo Costales). Eludió además las canciones que inciden directamente en asuntos políticos, lo cual, en mi opinión, es una idea inteligente, pues me temo que muchas de ellas en el contexto actual resultan anacrónicas. Prefirió, en cambio, dar mayor destaque a la temática amorosa, una de las más frecuentadas por la Nueva Trova.

La selección, ya digo, me parece estupenda, aunque qué quieren que les diga, tengo que confesar que echo en falta a Mike Porcel, quien creó en esos años varias piezas que son verdaderas joyas. Pero he mencionado, claro, al más prohibido entre los prohibidos de los artistas de ese grupo.