www.cubaencuentro.com Viernes, 13 de mayo de 2005

 
   
 
Dejar atrás el estigma
Una mala racha: El pelotero cubano Alex Sánchez ha sido el primer jugador sancionado por dopaje tras las nuevas medidas contra los esteroides.
por JORGE EBRO, Miami
 

Por estos días la vida de Alex Sánchez ha conocido grandes cimas y profundos vacíos.

A. Sánchez
Alex Sánchez.

En menos de un mes el cubano se reunificó con su madre, a quien no veía desde 1994, fue despedido por los Tigres de Detroit y contratado por los Devil Rays de Tampa Bay, y como si fuera poco, vio su nombre empañado al ser el primer jugador de Grandes Ligas suspendido bajo las nuevas reglas contra los esteroides.

Sánchez regresó por fin a la Gran Carpa tras cumplir una suspensión de 10 días por violar la nueva regulación del béisbol contra las sustancias prohibidas y ya es parte de la alineación de los Devil Rays, que no veían la hora de tenerlo de vuelta.

Hasta el momento, Sánchez ha insistido en su inocencia por desconocer que el suplemento que había comprado contenía una sustancia prohibida por la Oficina del Comisionado del Béisbol.

Pero en una época llena de desconfianzas, el cubano tendrá que esforzarse al máximo para borrar la percepción de ser el primer violador de la ley contra los esteroides, un tema que ha sacudido la pelota hasta sus cimientos.

Tampa Bay no es un equipo con mucha profundidad de talento y espera encontrar en Sánchez una suerte de bujía inspiradora en una de las ofensivas más débiles de las Mayores.

El cubano perdió ocho juegos durante el período de suspensión que comenzó el 4 de abril, cuando los Devil Rays abrieron la campaña contra los Azulejos, y perdió 32.787 dólares de sus 600.000 de salario.

Listo para continuar

Ahora, dice estar listo para continuar su carrera y dejar atrás el estigma de ser el primero cuyo nombre se dio a la luz pública.

"Ya terminé la suspensión y ahora estoy enfocado en jugar pelota", afirmó Sánchez, quien fue detectado durante el spring training cuando militaba con los Tigres. "Todo lo demás se ha quedado atrás".

El piloto de los Devil Rays, Lou Piniella, expresó su deseo de que al cubano todo le fuera bien en lo adelante y que los fanáticos le dieran una nueva oportunidad.

"Su nombre no está entre los más grandes del juego", señaló Piniella. "Es todavía un pelotero en desarrollo y se ha comportado de manera positiva en sus comentarios. Creo que hay verdadero remordimiento en ellos''.

"No es su caso el de alguien que pegó 55 jonrones'', agregó el piloto. "Es cierto que cometió un error, pero ya pagó por él. Así que lo mejor es dejar al muchacho tranquilo para que juegue lo mejor posible".

El jugador, de 28 años, bateó para 322 con 19 bases robadas, en 79 juegos con Detroit, pero de manera no muy convincente fue dejado libre por los Tigres dos semanas antes del inicio de la temporada.

Supuestamente, Sánchez había desencantado en Detroit por sus carencias defensivas, lo que se repitió en el spring training. Según los especialistas de los Tigres, al cubano le costaba embasarse con otros medios que no fuesen un sencillo o el toque.

En 365 partidos acumula 68 bases por bolas. Su promedio en cuatro campañas en las Ligas Mayores es de 292.

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