El cubano Alex Sánchez regresó a sus entrenamientos con los Tigres de Detroit el sábado, después de ver a su madre y su hermano por primera vez en 11 años, informó la AP.
Su madre, Mercedes Sánchez, y su hermano menor, Jorge, escaparon de Cuba en bote hace dos semanas y llegaron a México. Tras cruzar la frontera con Texas y pasar unos 15 días detenidos en un centro de inmigración, fueron liberados el miércoles y viajaron en autobús a Miami.
Alex Sánchez fue a recibirlos en la estación de autobús el jueves por la noche, y los vio por primera vez desde que partió de Cuba en una balsa en 1994 rumbo a Estados Unidos.
"Mi mamá bajó del autobús. Me vio y empezó a saltar y llorar", dijo Sánchez. "Todos lloramos". "Fue increíble, terrible".
La familia pasó las 30 horas siguientes hablando sobre lo sucedido durante los últimos 11 años.
El sábado, después de permanecer despierto hasta las dos de la mañana, Sánchez inició el viaje de cuatro horas al campo de entrenamiento en Lakeland y llegó a tiempo para viajar con los Tigres al estadio Disney y jugar contra los Bravos de Atlanta.
Se fue de 3-2 con un doble en la victoria de los Tigres por 4-3 el sábado. Desde la tribuna, Jorge Sánchez vio por primera vez jugar a su hermano mayor como profesional. |