Los aficionados cubanos que siguen el béisbol de Grandes Ligas han esperado con gran expectación la apertura de los campos de entrenamientos. Todo se debe a que cuatro de los jóvenes peloteros cubanos que hasta hace muy poco adornaban las Series Nacionales, buscarán ganarse un puesto en la fase preparatoria, punto de partida para integrar los equipos con vistas a la temporada que comenzará en el mes de abril.

Kendry Morales se juega un puesto con los Angelinos de Anaheim.

Kendry Morales (Angelinos de Anaheim), Yunieski Betancourt (Marineros de Seattle), Raúl Valdés (Cubs de Chicago) y Alaín Soler (Mets de Nueva York), representan una prometedora avanzada cubana y la de mayor probabilidades de los últimos 20 años, debido a que pertenecen al grupo más joven llegado de la Isla.

La atención mayor de los fanáticos está puesta en Morales y Betancourt, ya que son jugadores de posiciones: se sabe que en el Big Show ninguno de los peloteros procedentes de las Series Nacionales ha podido hacerse justicia bate en mano. Desde que Bárbaro Garbey jugó con Detroit en 1984, los toleteros procedentes de la "pelota revolucionaria" no han podido demostrar efectividad ante el pitcheo de la gran carpa.

Tales han sido los casos del propio Garbey y, después, de Alexis Cabreja, Osmany Estrada, Luis Álvarez, Roberto Colina, Andy Morales y Jorge Luis Toca.

Morales, un ambidextro que jugó con Industriales en 2003 —donde sobresalió por todo lo alto—, tendrá que "caerle a palos" a los pitchers en la etapa preparatoria si es que quiere debutar este mismo año. Eso será muy difícil debido a la calidad de los artilleros con que cuenta Anaheim, como son los casos del inicialista Darin Erstad, el tercera base Dallas McPherson, el designado Robb Quinlan y los jardineros estelares Vladimir Guerrero, Garret Anderson y Steve Finley.

A Kendry le vemos más posibilidades para próximos años. El villaclareño Betancourt, con muchas facultades como jugador de cuadro, es considerado como un prospecto del  campo corto y también de la segunda almohadilla. Pero a decir verdad, solamente jugó en la intermedia con la novena de Villa Clara, ya que el torpedero siempre fue Eduardo Paret. Se desempeñó como "paracortos" en los torneos juveniles, pero eso es otra cosa.

Por lo pronto tendrá que fortalecer sus músculos, si es que quiere batear el mínimo requerido. Todos conocemos el caso de Rey Ordóñez, todo un "guante dorado", pero nulo al bate. Hoy por hoy nadie le busca. El santaclareño tiene de opositores en la novena de los Marineros a Pokey Reese, el short stop; al segunda base Bret Boone, y a los suplentes Ricky Gutiérrez (un cubanoamericano de mucha experiencia), José López, Mickey López y Ramón Santiago.

En cuanto a los lanzadores, el zurdo Raúl Valdés (procedente de Provincia Habana), champion pitcher en la fuerte Liga Dominicana, tendrá que emplearse a fondo, porque el equipo donde fue invitado al spring trainer, Cubs de Chicago, tiene un staff poderoso y no le será fácil abrirse un hueco entre tantos tiradores de puntería.

El otro lanzador, Alaín Soler, monticulista de Pinar del Río, estará en la mirilla de Omar Minaya, el eficiente manager general de los Mets, debido a que el grupo de serpentineros de los neoyorquinos no es nada del otro mundo.