El estelar pelotero Rafael Palmeiro debe rebasar la marca de 3.000 hits durante la presente campaña de Grandes Ligas, independientemente de las presiones mentales a que se ha visto sometido después de ser acusado de ingerir esteroides.
Palmeiro, que cumplirá 41 años en septiembre de este año, 19 de ellos como jugador del Big Show, puede sobrepasar también las 1.800 carreras impulsadas y se acercará a los 600 jonrones, después de terminar el año 2004 con 551.
También rondará los 600 batazos de dos bases, ya que acumula 572 tubeyes en su extraordinaria carrera con los Cubs de Chicago, los Orioles de Baltimore, los Rangers de Texas y nuevamente con el equipo de los Orioles, todo en dependencia de sus extraordinarias condiciones físicas, que le han permitido no aparecer nunca en una lista de lesionados, en sus casi dos decenios seguidos en los diamantes beisboleros.
El cubano arrancó la contienda con 2.922 imparables, a sólo 78 de los que consiguió el inmortal Roberto Clemente. En su producción de cuadrangulares se acerca a Harmon Killebrew (573) y Reggie Jackson (563) y está por encima de otros colosos, como Mike Schmidt (548) y Mickey Mantle (536). Supera en dobles a Eddie Murray (560), al todavía activo Barry Bonds (563) y al ya retirado y distinguido bateador Tony Gwynn (543). Una de sus mejores actuaciones es en carreras remolcadas, con 1.775, y tratará de alcanzar a Ted Williams (1.839) y Frank Robinson (1.812).
Superar los conflictos
Recientemente, Palmeiro, junto a otros peloteros de renombre, fue noticia diaria al aparecer involucrado en una lista de jugadores que utilizaron la sustancia prohibida, según un libro publicado por José Canseco, controversial ex pelotero que también nació en La Habana, en 1964, y que en un momento dado fue ídolo de la fanaticada beisbolera.
Casi un mito en Miami, ahora Canseco es un "autoexiliado" en California, donde reside después de afrontar problemas en la Ciudad del Sol, relacionados con violencia física en más de una ocasión. A finales de los años ochenta y hasta mediados de los noventa fue un famoso jonronero, pero ha ido perdiendo prestigio por su turbulenta vida fuera de los terrenos.
En opinión de seguidores y catedráticos beisboleros, Palmeiro, que tuvo que hacer declaraciones ante un Comité del Congreso norteamericano sobre lo expresado por Canseco, mantiene una actitud correcta. "Voy a seguir jugando mientras pueda y mientras lo disfrute", declaró después de llegar a los 500 cuadrangulares.
"Quiero continuar en el terreno a buen nivel y cómo se supone que debe hacerse en el béisbol. Es lo que enseño a mis hijos", agregó el pelotero, que defiende nuevamente la primera almohada y ha vuelto a ser el quinto hombre en la alineación de los Orioles de Baltimore.
Tiene la gran responsabilidad de batear detrás de Melvin Mora, Miguel Tejada y Sammy Sosa, tres distinguidos jugadores que se embasan frecuentemente, lo cual le permitirá mejorar sus numeritos, si es que finalmente logra la concentración mental necesaria una vez superados los problemas ya mencionados. |
