www.cubaencuentro.com Lunes, 18 de agosto de 2003

 
  Parte 1/2
 
La Habana: Carta desde Canaleta
por TANIA QUINTERO
 

Utilizó el mismo sobre pequeño, amarillento, que le había puesto dentro de mi carta. El sello es de 75 centavos —cinco veces el valor requerido— y en tonos sepias aparece la imagen de Antonio Maceo.

Raúl Rivero
Blanca Reyes, esposa de Rivero, muestra su foto.

En dos hojas arrancadas de un cuaderno, sobre tenues líneas azules y respetando el margen izquierdo, escribió mi amigo Raúl. Con un bolígrafo de tinta azul claro. Su letra menuda es más bien ilegible. Dice así:

Queridísima Tania:

Hace unas horas recibí tu carta y, en realidad, me dio mucha alegría. Algunas de las preguntas que me haces ya están respondidas, porque Blanqui (Blanca Reyes, esposa de Raúl) te habrá contado. En efecto, estoy escribiendo poemas, generalmente de amor y de ex amor, porque este es un sitio donde los recuerdos —buenos y malos— te visitan a voluntad. A veces hago textos poéticos con asuntos ingeniosos, literarios, sobre escritores, porque me paso muchas horas leyendo. He leído o releído textos importantes como La guerra y la paz, del viejo Tolstoi, y El maestro y margarita. La antología de la poesía colonial (que yo le envié) fue un éxito. Me gustó mucho y junto al libro de Gastón Baquero los tengo como lo más importante de mi pequeña biblioteca particular.

Aquí en la prisión hay una biblioteca bastante bien surtida, que utilizamos normalmente. He vuelto sobre la narrativa cubana del siglo XIX.

También escucho diariamente muchos sonidos de lugares queridos de mi infancia, porque estoy como comentas con Iván (mi hijo) en una especie de Viaje a la semilla. Tenemos un pequeño radio en el que escuchamos noticias por la mañana y, a veces, también las mesas redondas. Recibimos el diario Granma. En general, como te habrá contado Blanqui, hay un trato respetuoso y profesional para los que estamos aquí. Claro, son condiciones difíciles, sobre todo los largos períodos de las visitas que comienzan ahora, pero, bueno, eso es lo que nos ha tocado.

No me acordé del aniversario de la desaparición de nuestro amigo Jesús, pero me acuerdo mucho de él, de su hijo, de Carlos, de otros muchos amigos.

Me alegro que sigas de abuelita al frente del comedor obrero de La Víbora, y te recuerdo que sólo la realización de tus planes te librará de tu función al frente del fogón. Te ruego que sigas ayudando a mi familia como hasta ahora y te lo agradezco mucho. También la selección de los libros. Espero que Pepe (José Prats Sariol) no me envíe próximamente Papillón. ¡Qué personaje! (Prats le había enviado El Conde de Montecristo).

Me le das un gran beso a Iván, a quien por prejuicios de viejo nunca le había dicho que le admiro profesionalmente. Besos para Tamila (mi hija) y para La Negrita (mi nieta), que debe ser el motor básico de tu empeño.

Espero tu respuesta, porque una carta de alguien siempre es muy importante, pero de alguien como tú es muy especial.

Muchos besos,
Raúl

1. Inicio
2. El 18 de junio...
   
 
EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
Barcelona: Cementerio marino
MANUEL PEREIRA
La Habana: Para ir tirando
TANIA QUINTERO/IVáN GARCíA
Caracas: Batallas de agosto
BENIGNO NIETO
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir