Más allá de las similitudes hasta aquí enumeradas, la afinidad más profunda entre El Prado y Las Ramblas consiste en que actúan como sendos cuchillos que cortan en dos sus respectivos entramados urbanos. En ambos casos esa cuchillada establece una frontera entre los barrios situados a cada lado. Pero eso no es todo, ya que esta línea divisoria no sólo engendra una diáfana diferencia estética, sino también ética, entre ambas barriadas.

La Habana: Entrada del Barrio Chino.

Por ejemplo, si caminamos Prado abajo hacia La Punta, a mano derecha tenemos la Habana Vieja, mientras que, a mano izquierda, se extiende otra Habana bien distinta, más "moderna", llamada Metropolitana, Republicana o simplemente Centro Habana. Exactamente lo mismo ocurre cuando bajamos por Las Ramblas hacia el puerto, pues a mano izquierda tenemos el Barrio Gótico y, a mano derecha, otro barrio totalmente distinto que es el Raval, también llamado "Barrio Chino".

En mi opinión, el Barrio Gótico equivale íntimamente a la Habana Vieja. Al igual que en nuestro casco histórico, en el Gótico abundan las iglesias, los conventos, las calles estrechas y laberínticas, los restos de murallas y otras reliquias de antaño. Y es lógico que así sea, ya que el Gótico está ubicado en la zona intramural, al igual que La Habana colonial. Por lo demás, en ambos territorios predominan estilos arquitectónicos de evidente ascendencia religiosa: gótico aquí, barroco allá.

Ahora bien, el Barrio Chino (o Raval) presenta una morfología arquitectónica ecléctica, sin homogeneidad estética, que es lo mismo que se verifica en Centro Habana: neoclásica a ratos, pero sin estilo definido las más de las veces. Todo un sector de esa Habana que creció extramuros a partir del Prado, corresponde al antiguo Barrio de Colón, donde estaba la mayor concentración de prostíbulos hasta 1960 aproximadamente. Y aquí viene otra coincidencia: también el Barrio Chino es la zona prostibularia de Barcelona, donde se concentran los centros nocturnos dedicados a la industria del sexo y esos locales que aquí designan eufemísticamente como "de alterne".

Pudiéramos decir que, grosso modo, a un lado de Prado estaba la ciudad "piadosa" mientras que, al otro, se desplegaba la ciudad "pecaminosa". De hecho, se ha hablado mucho sobre la "Esquina del Pecado", que nadie sabe dónde rayos está… Para unos está en la intersección de Prado y Neptuno; para otros, en Galiano entre San Rafael y San José; y no faltan los que la sitúan en Prado y Colón… Sea cual sea su ubicación real, lo cierto es que ninguna de las direcciones de esta esquina tan ubicua cae dentro de la Habana Vieja, lo cual confirma mi hipótesis.

Como se ve, una vez más se cumplen todas las simetrías entre Las Ramblas y El Prado.