Le vi el verano pasado en una discoteca de Madrid, donde se presentaba el salsero cubano Paulito FG. Hizo su entrada triunfal en un automóvil descapotable de una notoriedad y precio que sólo pocos artistas pueden darse el lujo de ostentar. Se bajó del coche con un sobretodo negro, a pesar de los más de 30 grados de temperatura que deparaba el junio madrileño.

Orishas: ¿Cómo los recordará la Historia?

Una vez dentro, mientras figuras como Eliades Ochoa y Alexis Valdés, además de artistas del cine cubano, compartían la pista comunal de baile, este señor del cual les hablo prefirió la "zona VIP" del recinto. Nadie más le vio.

Todo lo anterior suena perfectamente legítimo, si —y sólo si— los hechos y las conductas son más o menos coherentes.

Aquella noche, el paso de Yotuel Romero, integrante del grupo Orishas, no me pareció nada anormal. Todo lo contrario. El éxito personal y económico no puede ser otra cosa que una bendición para el valor del trabajo. No tuvo nada de "anormal" hasta que recientemente el diario El País publicara un breve reportaje donde otro de los integrantes de Orishas, Roldán Rivero, ratifica una teoría que le había escuchado antes —compartida por los tres miembros del grupo— y sobre la cual mantenía aún cierta reserva.

Según Roldán, cuando emigró a Europa, "pensaba que esto era un paraíso", pero al llegar le cambió la visión. "No solamente acerca de Europa. Yo en concreto amo mucho más a Cuba desde que vivo aquí. Ya reza el dicho: 'Uno no sabe qué es lo que tiene hasta que lo pierde'", agregó.

El rapero confirma su criterio —y de estas declaraciones a El País se hizo eco rápidamente la prensa de ultra-izquierda en Internet— de que la realidad europea es algo diferente de lo que simplemente soñó: "Las cosas que veo en Francia o en España (…) en países ricos en los que se supone que la vida puede ser más fácil, donde debería haber menos desempleo y la gente ser más feliz, no las veo en Cuba. Así que miras a Cuba y piensas: 'Allí todavía somos reyes, caballero'".

Hip hop traicionado

Cuando digo que lo de Orishas no es nuevo, me remito a la entrevista que concedieron a Encuentro en la Red en el año 2002 y cito a Yotuel, el del sobretodo negro y el coche descapotable: "Nosotros somos procastristas (…) estoy de acuerdo con Fidel (…) yo en realidad no me hallo en Cuba sin Fidel…".

Dejando atrás cualquier filiación ideológica, observada también en decenas de intelectuales alemanes que se encargaron de enarbolar un apoyo tácito al fascismo y luego la Historia los instaló en su basurero, es en el plano moral donde más ofenden las declaraciones de los miembros de Orishas, proverbialmente, al cubano de a pie —y en especial, a sus colegas artistas de la Isla—, que intenta emigrar en busca de consuelo político o económico, lo mismo a Estados Unidos que a Europa u Honduras.