¿En qué condiciones, favorables o desfavorables, está Cuba para asumir una transición, si comparamos la situación del negro en la Isla con naciones del área como República Dominicana, Brasil o Venezuela?

Lo único favorable es el nivel de educación. Eso me parece muy importante. Lo desfavorable es que no existe una tradición de ir creando, poco a poco, instituciones de transición.

La transición dominicana ha sido muy lenta, pero con espacios que le permiten a la gente sobrevivir. La transición cubana va a ser abrupta, y en ese momento va a haber una cantidad de ciudadanos con aspiraciones de consumo al nivel de Hialeah y con un poder adquisitivo al nivel de los peores sectores económicos de Honduras. Con vecinos de altos niveles de consumo, y a la vez con una estructura y un presupuesto estatal prácticamente en cero. ¿Qué solución tiene esto? Yo soy muy pesimista, si no se empieza a trabajar desde ahora.

Una de las medidas que se podría ir implementando es una liberalización económica a lo chino, pero ahora, ya. Una liberalización económica que no sea sólo para que algunos miembros del régimen puedan lucrar con los famosos poderes del Estado, sino empezar a potenciar a todos los que tienen estudios universitarios, incluidos los negros, en pequeñas empresas, negocios. O sea, darles la posibilidad de empezar a crear poco a poco riqueza antes de que haya un cambio político. Pero el diseño que tiene Castro es hacer todo lo contrario, para crear esta situación explosiva.

¿Qué efectos tendría en el momento del cambio la escasa participación actual de los negros en el poder político? ¿Qué posibilidad hay de que los intereses de los negros queden representados en un futuro gobierno?

Lo que hay es una escasa presencia. Representación, ninguna, porque los que están en el poder no representan a los negros, no abogan por sus derechos, no critican la discriminación en el acceso a los empleos, la vivienda, etc.

En un espacio político abierto, o los partidos que abogan por la democracia introducen este tema de los derechos civiles y laborales como un aspecto tan importante como los derechos políticos, o se formarán entonces grupos negros independientes. Depende de qué haga el otro.

En cuanto a discriminación, muchas veces ésta también se manifiesta en las relaciones entre territorios en Cuba. El gobierno, supuestamente queriendo evitarlo, lo que ha hecho es legitimar las diferencias entre la capital y el resto de la Isla…

Se han llegado a utilizar legislaciones que parecen de la Edad Media. Cuando un ciudadano cubano que vive en una provincia quiere trasladarse a otra, prácticamente tiene que pedir visa. Esto es un esquema medieval que no tiene nada que ver con una territorialidad moderna.