¿Qué se podría hacer para acelerar ese fin?

Hay muchas cosas que se pueden hacer. Por ejemplo, nosotros internamente tenemos que buscar desarrollar un lenguaje para lograr llegar al pueblo, pues muchas veces pensamos que nuestra manera de hablar es idéntica a la del pueblo, pero no lo es, por eso hay que crear un lenguaje claro.

A quien en este momento está en las calles, buscando la mejor manera de conseguir 10 dólares para llevar comida a la mesa de su familia y comprar alguna ropa para el hijo que va a la escuela, no puedo ir a hablarle de libertad de expresión y libertad de reunión, y ese es un punto importante que tenemos que desarrollar. El otro es crear un programa para la transición, teniendo en cuenta la situación de la Cuba actual, tanto en los aspectos económico, como político, social y legal, y a partir de ahí hacer un plan de acción para la transición. Conjuntamente con otras personas, ya se está comenzando a hacer ese análisis y dar un rumbo a ese plan.

Por desgracia, debido a problemas que hemos tenido, como el hecho de que algunas personas abandonaran este trabajo porque sintieron miedo, se atrasaron un poco los resultados. Pero tenemos que respetarlas, a pesar de que les he dicho que todavía no hay cambio porque el gobierno sigue con la capacidad de gobernar, y en éste caso, capacidad de gobernar es capacidad de reprimir.

Algunas personas acusan a la disidencia interna cubana de que no hay una persona que se destaque, como Nelson Mandela en Sudáfrica o Xanana Gusmao en Timor del Este.

En primer lugar, eso ocurre debido a la represión interna. Pero, últimamente hay una persona que se ha destacado bastante en el exterior, y es Oswaldo Payá. Pero el gran problema es que para la disidencia es más fácil llegar al exterior que a nuestro propio pueblo. Al contrario de lo que sucede en el exterior, donde las comunicaciones son muchas y existe libertad de prensa, aquí son muy limitadas, lo que no nos permite llegar a la población. Eso ocurre conmigo y también con Payá. Él recibió el Premio Sajarov 2002, y estuvo nominado para el Nobel de la Paz 2003 y para el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, en España. Fuera de Cuba es la figura más mediática de la disidencia interna, y aquí pocos lo conocen.

A pesar de no creer que le fueran a dar el Nobel, ya que no tiene background suficiente para eso, el simple hecho de haber sido nominado ya es un gran honor, y le dio un gran destaque. Eso lo ayuda un poco a que no pueda ser tan fácilmente víctima de la represión. Además, el Premio Nobel de la Paz es un premio completamente político.

Hay también acusaciones a la disidencia interna cubana, como el reciente caso de Elizardo Sánchez, presidente del Comité Cubano de Derechos Humanos y de Reconciliación Nacional, a quien acusan de trabajar para la policía política. Existen también alegadas acusaciones de que la disidencia recibe dinero de la CIA.

Eso preocupa a mucha gente, pero es apenas una maniobra más del gobierno para intentar minar a la oposición por dentro, porque en este momento no puede reprimir como quisiera, que es llevarnos a todos a la cárcel. En este aspecto aplico un juicio muy elemental: es posible que Elizardo haya intentado, hace algún tiempo, tener conversaciones con el gobierno, y que lo haría a través de la policía política, que era el único instrumento que el gobierno le ofrecía para eso.

Todo eso tendría que haberlo hecho a título personal y asumiendo los riesgos. Pero, no tiene sentido que ellos asumieran la razia de marzo, y que su mejor agente fuese Elizardo, y ahora lo exhiban a toda la gente. Eso sólo significa que él ahora no trabaja para el gobierno, y en este caso sí trabaja para nosotros, ya que el gobierno no ataca a nadie con quien trabaje. Otro hecho es que Elizardo no es un problema para Cuba, el problema es el gobierno cubano, por eso nada tengo en su contra.

Con respecto a que la disidencia sea patrocinada y manipulada por la CIA, el gobierno lo ha dicho siempre, pero nunca presentó una prueba de ello. Para que digan que yo recibo dinero de la CIA, tienen que probarlo. Si fuera en otro país,  si el gobierno dijese tal cosa yo podría llevarlo a los tribunales por difamación. Aquí no podemos hacer nada, porque el gobierno manda en los tribunales, que sabemos no son independientes. No conozco a nadie que haya recibido dinero de la CIA. Si lo hubiese recibido, a pesar de no ser un crimen, ese alguien tiene bien guardado el secreto, pues el gobierno nunca presentó prueba alguna, por eso creo que es pura propaganda.

El gobierno es eficiente en sólo dos cosas, en la represión y en la propaganda, a pesar de no ser ya tan eficientes como antiguamente. Como ahora ya no hay dinero, la represión no puede pagar por las informaciones y la manutención de todo un sistema. Ahora han tenido que comenzar a expulsar policías que vinieron de las provincias orientales hacia La Habana, debido a que han estado implicados en enormes casos de corrupción.

En la propaganda se gasta mucho dinero, a pesar de que las personas en la calle no creen en nada de eso. Ésta sirve al gobierno para proyectar una imagen al exterior de una realidad inexistente.