Pero, asomándonos a los hechos, ¿cree usted que estas personas estaban al servicio de una potencia extranjera?

Menoyo guerrillero (dcha.), junto a Castro, Che Guevara y otros.

Eso dice el gobierno de Cuba. Si es así o no, en el juicio han debido de exponer argumentos y pruebas. Pero reitero que no debe de haber presos políticos, y mucho menos en la forma en que se les ha juzgado: rápida y como si hubieran cometido crímenes de lesa humanidad, con largas condenas. Eso carece de sentido común.

¿Está dispuesta Cambio Cubano a integrarse a algunas de las plataformas opositoras de la Isla?

Nosotros estamos conversando y mantenemos muy buena relación con Manuel Cuesta Morúa, con Manuel Gutiérrez y con muchos disidentes y opositores. Estamos marcando una línea: la creación de una oposición independiente. Eso quiere decir que no responda a intereses o gobiernos extranjeros. Con todo el que coincida con esa línea podemos llegar a acuerdos. Con los que no, pues también estamos en disposición de dialogar en una forma civilizada para buscar puntos de coincidencia, y si hay posibilidad, llegar a ciertos acuerdos.

Entonces, ¿cree que la oposición cubana actual responde a gobiernos extranjeros?

Igual que los servicios de inteligencia han trabajado dentro de la oposición, Estados Unidos ha tratado de crear cierta disidencia que responda a ellos. Esto está más claro que el agua.

¿Qué opinión tiene del Proyecto Varela?

Considero que, propagandísticamente, el Proyecto Varela cumplió su cometido. Hay algunas cuestiones en las que discrepo. Por ejemplo, si el PV requería 10.000 firmas para un referéndum, pues no había que buscar 10.001 firmas, porque eso ha creado cierto trastorno. Al entregarse esas firmas al gobierno, gente que tenía posiciones en sus trabajos, ha sido desplazada de sus puestos. Es igual que si yo empezara a afiliar gente para Cambio Cubano y empezara a entregar los nombres al gobierno.

¿El fracaso del Proyecto Varela no significa la extinción definitiva de la vía del cambio a través de los resquicios de la legalidad constitucional cubana?

Yo diría que no. Aquí en este país todo es ilegal. Indudablemente hay una dictadura. Pero el país tuvo que dolarizarse sin que el gobierno lo quisiera, igualmente tuvo que aceptar inversiones extranjeras sin quererlo. Entonces debemos partir de la misma base. Sabemos de memoria que el gobierno no quiere democratización. Pero llegado el momento de la disyuntiva de si lo pierden todo o se disponen a perder algo, no cabe duda de que tendrán que dar un espacio a una oposición independiente.

¿No cree que polémicas como las sostenidas con Oswaldo Payá, hace poco, sólo retrasan el avance del movimiento disidente?

No, no lo retrasan. El gobierno no permitiría bajo ningún concepto una polémica entre ellos. Sin embargo, nosotros, que abogamos por la democratización y la diversidad, por lo menos damos un buen ejemplo de que entre los opositores podemos discrepar y no pasa nada. Aquí no hay ninguna vaca sagrada ni nada por el estilo. Por otro lado, a mí me han atacado por mis posiciones en el exilio, y eso tampoco contribuye a retrasar nada ni le hace el juego al gobierno. Cada cual tiene derecho a discrepar.

Usted da por sentado, en la declaración que originó la polémica, que el ex presidente español José María Aznar es el culpable de la encarcelación de los 75. ¿Realmente cree eso?

No sólo Aznar, sino la liga entre Aznar y Bush, eso de querer realizar una tarea injerencista dentro de Cuba, eso de manipular la disidencia. Ya tenemos el resultado: 75 presos. No creo que sea uno u otro culpable, sino todos los que plantean una vía de confrontación que durante 45 años no ha conducido ni favorecido la democratización de Cuba.

¿Y cuáles son los resultados del diálogo?

Recuerdo cuando Felipe González estaba gobernando en España, Javier Solana medió para que se realizara una entrevista entre el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba y otros opositores del exilio. Se dieron pasos muy positivos, por ejemplo, la participación de Carlos Solchaga en un proyecto de reconstrucción económica de Cuba. Contribuyó también a mi salida del presidio. Lo que no lograron Carter, el Papa y Carlos Andrés Pérez para que yo saliera, lo logró González, junto a otros que también fueron excarcelados. La vía del diálogo, no siempre, pero a veces conduce a resultados positivos.