www.cubaencuentro.com Martes, 24 de febrero de 2004

 
   
 
El pragmatismo de Lula da Silva
Giros hacia el centro democrático en Brasil: interés nacional y gobernabilidad.
por MIGUEL RIVERO, Lisboa
 

El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva acaba de dar un golpe de timón a su gobierno con el acercamiento al Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), una organización política de centroderecha, que ya tuvo a dos presidentes en el poder: José Sarney, en 1985, e Itamar Franco, en 1992.

Lula da Silva
Lula da Silva: ¿De la izquierda al centro?

Lula anunció el pasado 25 de enero una reforma ministerial para reforzar la base legislativa del gobierno. Integró a dos ministros de centroderecha y concentró los programas sociales para dar a Brasil todas "las oportunidades" de aprovechar un año de crecimiento.

El PMDB vio así recompensado su apoyo a las polémicas reformas del sistema de jubilaciones y tributaria, con la designación del diputado Eunicio Oliveira como ministro de Comunicaciones, y del senador Amir Lando en Previsión Social.

El presidente explicó que la alianza fue posible porque el Partido de los Trabajadores (PT) "entendió la necesidad de tener al PMDB como partido participante en su base de apoyos y el PMDB entendió que no podía negar el apoyo necesario para tener tranquilidad en la gobernabilidad del país".

Otro cambio importante fue la creación de un Ministerio de Desarrollo Social —surgido de la fusión de los de Seguridad Alimenticia y de Asistencia Social—, confiado a Patrus Ananias, un diputado del PT, pero de perfil moderado.

Este movimiento de ajedrez significó la salida del gobierno de la emblemática Benedita da Silva, ministra procedente de las favelas y cuya gestión pasó sin penas ni glorias. Una medida diseñada por Lula da Silva, probablemente para hacer olvidar los tropiezos del Plan Hambre Cero, un programa lanzado a bombo y platillo que hasta ahora no ha cumplido las expectativas presidenciales.

Además, el mandatario añadió que el conjunto de cambios está motivado, con reemplazos y enroques en varias áreas, por la urgencia de asegurar a Brasil "su lugar destacado en el mundo", después de un primer año de gestión dedicado a restablecer los equilibrios financieros.

"Brasil entró este año en una ruta de crecimiento económico, en una ruta de desarrollo, y no tenemos tiempo para cosas menores (…) Brasil tiene que ocupar su lugar destacado en el mundo (…) Esa oportunidad llegó y Brasil precisa asegurarla con uñas y dientes", concluyó Lula al presentar su remodelación.

El proceso continuará durante varias semanas entre negociadores del PMDB y del Planalto (sede de la presidencia), ya que se supone que los nuevos aliados políticos deben controlar también la poderosa Electrobras, la Empresa Brasileña de Correos y Telégrafos y el Instituto Nacional de Seguridad Social.

Toda una lección de pragmatismo político, porque ahora, con el PMDB en el gobierno, Lula cuenta con mayoría en el Parlamento y se enfrenta reforzado a la cita electoral de octubre, en la que se elegirán a alcaldes y concejales de más de 5.500 municipios.

Más importante todavía es que si esta alianza se consolida, no sólo le garantiza gobernabilidad hasta el 2006, sino también apuntala el proyecto de su reelección.

Estas y otras actuaciones apuntan a que la ideología no es exactamente una de las obsesiones de Lula da Silva, quien ha mostrado en poco más de un año de gobierno que es un político hábil y pragmático. Ahora también trata de asegurar para su país el protagonismo que merece en las Naciones Unidas: un asiento en el Consejo de Seguridad.

Para lamento de algunos, el ex obrero metalúrgico representa ya al clásico reformista que, atado a los principios democráticos, llega a la presidencia y es capaz de proyectar el progreso social sin perjuicio de la estabilidad económica o de la gobernabilidad.

EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
Haití: triste destino
MR, Lisboa
Los orígenes del cambio
JUAN F. BENEMELIS, Miami
Bush ante la prensa
ALEJANDRO ARMENGOL, Miami
Argentina: El desafío de Kirchner
MARIFELI PéREZ-STABLE, Miami
Haití: ¿Deberían el gobierno y la oposición acordar una tregua?
MP, Miami
Fronteras de la diplomacia
MIGUEL CABRERA PEñA, Santiago de Chile
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir