El Plan Kerry no aclara si el presente déficit de alrededor de US$ 550 millardos (en caso de que no continúe subiendo) se disminuirá a US$ 275 millardos a finales de 2008, o si su proporción del 4,7% del PIB bajará a 2,35% en ese período. Es lógico que, si la causa de ese déficit es la secuela del 11-S, su reducción implicará menos gasto bélico, y aquí Kerry no se define claramente. Ni tampoco presenta un desglose de los gastos e ingresos que tendrán que subir o bajar para llegar al cometido de un déficit menor. Just trust me, parece decir el senador.
Generalmente, las multinacionales americanas (y muchas otras) no repatrían sus lucros sólo porque esto les permite diferir el pago de impuestos en el país madre, sino porque al hacerlo pierden liquidez, ergo competitividad. No tiene mucho sentido, por ejemplo, que la GM Brasil remita a su matriz los US$ 100 millones que ha ganado en un año, si al día siguiente necesitará recursos para su giro normal. Mas aún, muchos países gravan este tipo de remesas, que en el caso específico de Brasil son del 25%.
Como cualquier contable sabe, los lucros acumulados son un valor residual en un balance, no un indicativo de liquidez. Por tanto, en los bancos de las multinacionales americanas en el extranjero no hay US$ 600 millardos, que sí están representados en otras partidas del balance (cuentas por cobrar, inventarios, inmuebles, maquinaria y equipo, etc.). Y, ya se dijo, la repatriación total o parcial restaría capacidad operativa, ergo competitividad, a aquellas empresas.
No se puede determinar el impacto positivo del aumento de impuestos a las personas físicas que ganen más de US$ 200.000 al año porque no se ha establecido la nueva tasa (hoy es el 35%). Lamentable.
Bush: vino viejo en botellas nuevas
"La propiedad da a los ciudadanos un interés vital en sus comunidades y su país. Al expandir la tenencia de propiedad contribuiremos a que el crecimiento económico devenga prosperidad duradera (…) [Esto] no debe ser la provincia de los ricos o los privilegiados… Queremos más ciudadanos con vivienda propia… con negocios propios… con sus propias cuentas de jubilación".
Retórica muy republicana, omite a pobres y desposeídos, pero —para los creyentes— constituye un mensaje de claridad y realidad.
No obstante, el Plan Bush para 2005-2009 se limita a exponer los logros pasados, sobre los que se basan los futuros, lo que resulta políticamente correcto. Traer nuevas ideas a la mesa no lo es porque suscita la clásica pregunta: ¿y por qué no lo propuso antes?
Las áreas más críticas son:
- Mantener los cortes fiscales: Durante 2001-2002, y con carácter temporal, el Congreso aprobó una serie de iniciativas fiscales del Ejecutivo, entre ellas: a) creación de una nueva, y baja categoría (10%), para contribuyentes de bajos ingresos; b) reducción general de impuestos extensiva a toda la escala de contribuyentes; c) eliminación de los impuestos de sucesión; d) simplificación de las reglas que gobiernan las Cuentas Individuales de Jubilación, con vistas a crear un ahorro mayor destinado a la jubilación.
Sin embargo, todos estos recortes podrán eliminarse si el Congreso no los hace permanentes. Para tal efecto, es necesaria una mayoría republicana en ambas cámaras.
En una democracia, toda legislación es temporal, por lo tanto, cambiante. De ahí que el apelo al voto de una mayoría republicana en ambas cámaras no tenga mucho contenido. Por otra parte, como las reducciones de 2001-2002 han contribuido al enorme déficit fiscal, éstas son un tema abierto, ahora y en el futuro.
- Privatización de la Seguridad Social: Hace 40 años el programa contaba con 16 contribuyentes por cada pensionado, hoy reducidos a 3,3, y con tendencia a continuar bajando. No ha valido que aquellos jubilados con ingresos superiores a US$ 32.000 al año deban reintegrar hasta el 85% de sus pensiones de Seguridad Social, pues la rentabilidad del Fondo ha sido insuficiente (e ineficaz). Aunque Bush no lo dice claramente, se crearán nuevos incentivos hacia planes privados. |