El administrador estadounidense para Irak, el general retirado Jay Garner, llegó el lunes a Bagdad para comenzar la enorme tarea de reconstruir el país, tras la devastación causada por la guerra encabezada por Washington contra el régimen de Sadam Husein.

Garner tendrá entre sus primeras misiones evaluar las necesidades de la destrozada capital, mientras aumenta la presión de países vecinos y de Europa para que Washington permita que las Naciones Unidas participen en la reconstrucción del país, informó Reuters.

El general retirado, que preside la Oficina para la Reconstrucción y la Asistencia Humanitaria (ORAH), comenzó su recorrido de cuatro días con una visita al hospital Yarmuk, en Bagdad, que fue saqueado tras la invasión estadounidense.

Zayed Abdul Karim, director del hospital, condujo a Garner por el edificio lleno de cristales rotos y suciedad, y le mostró los pabellones que los saqueadores dejaron prácticamente vacíos.

El hospital estuvo sin electricidad durante dos semanas, después de que un bombardeo aéreo estadounidense interrumpiera el servicio de energía.

Algunas zonas del este de la capital recuperaron el servicio eléctrico el domingo por la noche, horas antes de la llegada de Garner.

El general retirado aseguró que su prioridad era restaurar los servicios básicos como el agua y la electricidad "lo más pronto posible".

Garner destacó además que su misión es terminar su trabajo y marcharse lo antes posible, "pero es difícil trabajar y toma tiempo. Los ayudaremos el tiempo que ustedes quieran", dijo.

Algunos médicos del hospital se mostraron escépticos acerca de las intenciones de Estados Unidos. "Quiero llorar porque esas son sólo palabras", dijo una doctora que se identificó como Iman tras escuchar a Garner.

"Sadam Husein era un gobernante injusto, pero quizás un día podríamos habernos deshecho de él, y no que unos extranjeros vinieran a nuestro país", agregó.

El destino del ex presidente iraquí y sus hijos Uday y Qusay sigue siendo un misterio.