La oposición venezolana aseguró el domingo haber tenido éxito en el proceso de revisión de firmas a favor de un referéndum contra el presidente Hugo Chávez. Otro tanto hizo el gobierno.

"¡Conseguimos las firmas! (…) esta es una victoria del pueblo", exclamó el líder opositor Enrique Mendoza, gobernador del estado de Miranda, en un discurso ante seguidores que coreaban "victoria, victoria", en Caracas, informó Reuters.

Sus declaraciones, transmitidas en vivo por varios canales de televisión, fueron interrumpidas por el directivo del Consejo Nacional Electoral (CNE) Jorge Rodríguez, quien advirtió que la presentación de estimaciones de resultados estaba prohibida por la ley antes de que el CNE lo autorizara.

"No se pueden adelantar resultados hasta tanto el Consejo Nacional Electoral diga de manera clara cuál es el resultado definitivo", afirmó Rodríguez en declaraciones a periodistas, al tiempo que advirtió que podrían tomar acciones contra quienes violaran la norma.

Desde la sede de la vicepresidencia, un representante del Comando Ayacucho —la plataforma de partidos de gobierno—, Diosdado Cabello, rechazó el triunfalismo opositor.

"Mentira, no tienen nada", dijo Cabello, y llamó a los simpatizantes del presidente a celebrar porque, según él, el objetivo de convocar el referéndum revocatorio no se logró, informó la BBC.

La oposición intentó este fin de semana confirmar 500.000 firmas para alcanzar el mínimo de 2,4 millones necesarias para llamar a un referendo revocatorio del mandato de Chávez. Mendoza aseguró que hay motivos para celebrar.

"Más de 700 mil voluntades hicieron posible ese sueño", dijo. El CNE debe anunciar los resultados oficiales a finales de semana. En caso de que confirme que la oposición consiguió las firmas necesarias, el referendo se llevará a cabo el 8 de agosto.

A fines del año pasado, la oposición recogió 3,4 millones de rúbricas para llamar al referéndum, pero la autoridad electoral sólo reconoció como válidas 1,9 millones y mandó más de un millón a revisión por "irregularidades" en los datos de los firmantes.

Partidarios del gobierno, quienes han acusado a la oposición de preparar un fraude en el proceso, condenaron las declaraciones de Mendoza y las calificaron como un intento de manipular la opinión pública.

Chávez dijo que estaba "feliz" por el desarrollo de los reparos y prometió a los observadores internacionales que aceptará la celebración de la consulta popular si la oposición logra reunir las rúbricas necesarias.

A su salida de una reunión con el ex presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, quien lideró el fin de semana la misión del Centro Carter en el país, Chávez afirmó: "el CNE es el que dice, el árbitro (...) Si el Consejo Nacional Electoral mañana o pasado mañana dice que la oposición llegó a las firmas, yo feliz voy a un referéndum", y "si me ganan, me voy".

El domingo se vio salpicado de denuncias de intentos de fraude y allanamientos de las fuerzas de seguridad en varios locales de la oposición.

Partidarios de Chávez dijeron que los edificios allanados en varias ciudades del país eran centros de falsificación de documentos de identidad desde donde los adversarios del gobierno estaban organizando un fraude para completar las firmas necesarias.

El presidente del CNE, Francisco Carrasquero, afirmó que había recibido reportes sobre algunos intentos de participar en el proceso con documentos de identidad falsificados y advirtió que investigarían las denuncias.

Pero el portavoz de la coalición opositora Coordinadora Democrática, Jesús Torrealba, dijo que las fuerzas de seguridad lo que estaban haciendo no era "buscar cédulas" de identidad sino "sembrar cédulas" en un intento por desacreditar a la oposición y cuestionar los resultados.