La izquierda uruguaya logró un histórico triunfo en los comicios presidenciales del domingo al alcanzar el poder por primera vez y terminar con más de 170 años de gobiernos de centroderecha, informó Reuters.

Según los datos finales que la Corte Electoral difundió el lunes en su sitio de Internet, la coalición de partidos de izquierda, Encuentro Progresista-Frente Amplio (EP-FA), totalizó un 50,69% de los votos, lo que le permitirá también controlar el Congreso.

Sin embargo, el organismo dijo no poder confirmar la victoria en primera ronda de la izquierda porque existen 32.154 votos observados, es decir, que tienen algún problema formal.

Si esos votos fueran finalmente dados por válidos, y además fuesen en su totalidad para otros partidos, el EP-FA tendría un porcentaje levemente inferior al 50%.

Para los analistas, es segura la victoria de Vázquez en las urnas y la negativa de la Corte Electoral a confirmar los resultados es una formalidad.

"Bastaría que de los más de 32.000 votos observados solamente 708 fueran para Vázquez para que ya quedara electo. Pero la Corte Electoral tiene que guardar la formalidad jurídica de no hacer el pronunciamiento antes de no abrir todos los votos observados", dijo el analista Oscar Botinelli.

Tabaré Vázquez, un oncólogo de 64 años, necesitaba superar el 50% de los votos emitidos para acceder al poder sin necesidad de enfrentar una segunda ronda electoral.

"Tienen que reconocer que el siglo XX acabó en este país, que empezó una era nueva. No va a ser nada fácil, este es un país malherido, país que viene de muchos años de crisis continua, vaciado de jóvenes", dijo a Reuters el escritor uruguayo Eduardo Galeano.

"Para mí fue una gran alegría, creo que fue una alegría también para el país porque después de 170 años de gobiernos conservadores se estaba precisando un cambio de velas", comentó otra figura de las letras uruguayas, Mario Benedetti.

Según los datos de la Corte Electoral, la izquierda ganó en ocho de los 19 departamentos del país, el doble de los que había obtenido en los comicios de 1999, cuando perdió en la segunda ronda contra una alianza de los partidos tradicionales.

En tanto, el centroderechista Partido Nacional obtuvo el 34% de las adhesiones, y el gobernante Partido Colorado, también de centroderecha, totalizó el 10,3% de los votos. Aunque las cifras también podrían modificarse levemente tras la revisión de los votos observados.

Uruguay se recupera de una recesión que comenzó en 1999. La economía creció un 2,5% en el 2003 tras haberse desplomado un 10,8% el año previo. Los analistas dicen que esto aún no se ha traducido en una mejor calidad de vida para los uruguayos.

Vázquez, ex alcalde de Montevideo, dijo que en dos semanas comenzará a armar su gabinete.

Su asesor, Gonzalo Fernández, se reunió el lunes con el secretario de la Presidencia, Raúl Lago, para acordar futuros encuentros para ordenar el traspaso de información de un gobierno a otro en los meses previos a la asunción el 1 de marzo.

Vázquez se sumará a un grupo de presidentes en la región que comparten la idea de unir a Sudamérica para ganar fuerza en las negociaciones internacionales y que llegaron al poder de la mano del descontento de la población por los resultados de políticas neoliberales aplicadas en los noventa.

La izquierda uruguaya está integrada por socialistas, comunistas, demócrata cristianos, ex guerrilleros y grupos escindidos de los partidos tradicionales.

Según la BBC, una de las incógnitas que se plantean los analistas es si el EP-FA será capaz de satisfacer las enormes expectativas que ha generado en el pueblo uruguayo.

El economista Adrián Fernández, del Centro de Investigaciones Económicas, dijo que el nuevo gobierno no tendrá mucho margen de maniobra y deberá priorizar qué áreas atender.

Vázquez ha prometido que se concentrará en mejorar la calidad de vida de los cientos de miles de uruguayos que viven por debajo de la línea de pobreza.

Otro desafío es la generación de empleo. El índice oficial de desocupación ha bajado en los últimos meses, pero aún ronda el 13% de la fuerza laboral.

Vázquez también ha prometido afianzar las relaciones comerciales y políticas con la región, especialmente con los principales socios sudamericanos de Uruguay: Brasil y Argentina.

Uruguay se vio afectado de manera directa por la crisis económica argentina de finales de 2001. En 2002, el país sufrió una importante fuga de capitales, si bien su sistema bancario no llegó a colapsar como el argentino.