El presidente ruso Vladimir Putin suscribió este viernes el Protocolo de Kyoto, último paso para que el pacto internacional pueda entrar en efecto el próximo año, informó la AP.

El Protocolo está destinado a frenar el calentamiento global a través de la reducción de las emisiones de gases que producen el llamado efecto invernadero. Fue creado hace siete años, pero su entrada en vigor se ha postergado por falta de apoyo, sobre todo desde que Estados Unidos se retiró en 2001.

Los más de cien países que ya se habían suscrito al acuerdo dependían de Rusia, responsable del 17% de las emisiones de gases en el planeta. Para que el pacto pudiera ser implementado se necesitaba la ratificación de los responsables de al menos el 55% de las emisiones mundiales.

Una vez conseguida la adhesión rusa, los signatarios del Protocolo deberán reducir sus emisiones para 2012 en un 5,2%, con respecto a los niveles de 1990.

Los países que no alcancen las metas serán multados y tendrán que lograr cortes más altos en el futuro.

Los expertos señalan que las metas de reducción son más bajas de lo que realmente necesita el planeta. No obstante, Kyoto ya ha conseguido, por ejemplo, que los 15 miembros más antiguos de la Unión Europea hayan comenzado a implementar cambios para reducir sus emisiones en un 8% antes de 2012, según la BBC.

Otros analistas han señalado que Kyoto será poco efectivo porque grandes emisores como Estados Unidos, responsable del 25% de la polución global de gases, no se han comprometido.