www.cubaencuentro.com Domingo, 02 de enero de 2005

 
  Parte 4/4
 
Castro y Bolivia contra el Che
La historia oficial y el peso de los hechos. ¿Quién mandó a matar a Ernesto Guevara?
por ELIZABETH BURGOS, París
 

Aviones militares lanzan miles de volantes informando el ofrecimiento del gobierno. Recientes indicios señalan su presencia en el sudeste. Nuevos datos habrían permitido localizar, en forma más o menos exacta, el lugar donde se hallaba la columna. Los campesinos del lugar, que desde el comienzo delataron a la guerrilla, ahora se sienten más motivados.

El 2 de octubre, el diario Jornada (muy cercano al ministro del Interior Antonio Arguedas) titula: "Jefes militares aseguran que la captura del Che es inminente. Podría caer preso o muerto en las últimas horas".

El 5 de octubre, Jornada titula de nuevo: "a fuerza de comunicados castrenses en los que se alude a la inminente captura del cubano-argentino, muchos periodistas creen que, de un momento a otro, saltará por ese lado la gran noticia".

La zona y el campesinado

En el momento del estallido de la guerrilla, debido al populismo ejercido por el general Barrientos —nacido en una región eminentemente campesina, además de hablar el quechua—, regía el Pacto militar-campesino, en virtud del cual el campesinado actuaba en concordancia con el Ejército.

Se debe acotar que en razón de las varias ocupaciones y guerras que han enfrentado a Bolivia con sus vecinos, en todas las zonas cercanas a las fronteras, o en las zonas neurálgicas, está presente una división del Ejército, por lo que la relación con el campesinado es muy estrecha, amén del hecho de que el grueso del contingente está integrado por indígenas.

En aquel entonces, los campesinos del lugar donde decidió operar el foco guerrillero, eran excombatientes de la Guerra del Chaco —que opuso a Bolivia y Paraguay— y muchos de ellos ostentaban la dignidad de Beneméritos de la Patria. Muy respetados por la población, para quienes los militares no eran enemigos sino "su" ejército.

En cuanto a las reivindicaciones que proponía la guerrilla, no podían seducirlos, puesto que allí no se planteaban problemas de tierras ni de latifundio ni de servidumbre, como en otras zonas del país. Los campesinos allí eran propietarios de sus tierras desde hacía varias generaciones. Pero el hecho que contribuyó a poner a toda la población de la zona contra la guerrilla, fue el haber dado muerte, en el primer enfrentamiento, a dos campesinos de la región que sirvieron de guías al Ejército. Ambos poseían lazos de familia muy extensos con varias familias, lo que contribuyó al mayor aislamiento de la guerrilla, pues ni un solo campesino se unió a ella, antes por el contrario, hasta el final, la guerrilla fue sistemáticamente denunciada al Ejército.

A nivel nacional, el campesinado se movilizó, pero en contra de la guerrilla. La Confederación Nacional de Campesinos y la Federación Departamental de Campesinos de La Paz, emitieron sendos comunicados disponiendo el estado de emergencia en sus filas y ofreciendo su apoyo incondicional al gobierno.

El 1 de abril, 320 campesinos, distribuidos en ocho camiones, parten rumbo a Camiri, para luego trasladarse a la zona de operaciones de las guerrillas. Suman un total de 1.300 milicianos perfectamente armados. De Cochabamba salen 600 campesinos, también a combatir la guerrilla.

Pero el hecho aún más grave que contribuyó a mostrar a la guerrilla como un elemento negativo e indeseable, fue el haber provocado la interrupción de las obras de la importante carretera Vallegrande-Lagunillas, que iba a atravesar el emporio ganadero de Masicurí, y que, precisamente, era construida por un batallón de ingenieros del Ejército. La importancia de la obra rebasa el plano propiamente regional para alcanzar una magnitud nacional e internacional.

En efecto, al conectar su punta terminal del sur con el ferrocarril Yacuiba-Santa Cruz y la del Norte con la carretera de Cochabamba-Santa Cruz, en el estratégico punto de Mataral, el camino abre dos inmensas perspectivas para el intercambio nacional con el Norte de Argentina por una vía más directa, evitando la vuelta inmensa por Santa Cruz. Igualmente, aproxima a las fértiles tierras del Abapó.

"Los campesinos están actuando con el Ejército contra los guerrilleros, porque estos retrasan las obras de construcción de sus caminos", reza un titular de prensa de la época.

En Bolivia se mira con recelo a todo extranjero, y cuando éste entra invadiendo y armado, es un enemigo. Otra hubiese sido la historia si Ernesto Guevara se hubiese apoyado en los sindicatos mineros y en la todavía poderosa Central Obrera boliviana (COB), pero el "Guerrillero Heroico" consideraba a los sindicatos como poco revolucionarios, que luchaban por reivindicaciones pequeño-burguesas.

Él se veía como redentor de los campesinos pobres en situación de inferioridad, a quienes se debía socorrer, así como lo requiere la relación que alimenta el populismo y el caudillismo latinoamericano, figura que no parece dispuesta a desaparecer.

El Che Guevara se convirtió en mito nacional después de su muerte: la fotografía del boliviano Freddy Alborta le otorgó la dignidad de un Cristo.

1. Inicio
2. Así es cómo...
3. Los servicios de inteligencia...
4. Aviones militares...
   
 
EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
Kirchner arrodillado
ARMANDO AñEL, Miami
El último americano
ALEJANDRO ARMENGOL, Miami
Las relaciones de la Unión Europea con Cuba
MARKUS MECKEL, Bruselas
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir