www.cubaencuentro.com Jueves, 27 de enero de 2005

 
  Parte 1/3
 
Se equivocan las palomas
Unión Europea-Cuba: ¿Sólo resta aceptar el carácter vitalicio del régimen y dar prioridad a los dividendos a corto plazo?
por JULIáN B. SOREL, París
 

Apenas estrenado el año 2005, el gobierno cubano anunció el deshielo de las relaciones con los 25 países de la Unión Europea (UE). La Habana recompensa así la iniciativa española que puso fin a la política común de sanciones adoptada por la UE en junio de 2003, a raíz de la ejecución en Cuba de tres jóvenes que intentaron desviar un barco hacia la Florida y el encarcelamiento de 75 disidentes y periodistas independientes, condenados poco después a largas penas de prisión.

F. Castro
Castro con Keynes: 'A largo plazo, todos estaremos muertos'.

Con este cambio de rumbo, las cancillerías del Viejo Continente reanudan la diplomacia sutil y discreta que desde hace casi medio siglo aplican al régimen de Castro. Asumen de nuevo el papel de palomas, que hace dos años abandonaron a "regañapicos", y dejan que Estados Unidos siga desempeñando el de halcón en esta fábula triangular que, por ahora, carece de moraleja.

Claro que las autoridades españolas han procedido de este modo sin dejar de deplorar la carencia de libertades que hay en Cuba y declarando siempre que su objetivo último es la democratización de la Isla. Pero por ahora su iniciativa beneficia directamente al régimen actual. Y en política, ya se sabe, los actos siempre son más elocuentes que las palabras.

La idea que sustenta este giro (o esta recuperación) del rumbo en las relaciones bilaterales, parece inspirada en el tránsito del franquismo a la monarquía democrática en España. Las concesiones graduales que se podrían obtener mediante el diálogo, y el aumento de la información y el bienestar inducidos por la colaboración económica y cultural crearían las condiciones necesarias para la transición pacífica a la democracia. Más o menos lo que ocurrió en la Península en las décadas de 1960 a 1980.

Aunque algún periódico madrileño saludó la decisión y explicó que las sanciones "no habían servido para nada", sobran motivos para pensar que, como el ave del romance de Alberti, España se equivoca y Europa con ella.

Ni las estrellas son rocío, ni es calor la nevada, ni el Comandante es la reencarnación de Franco, el "Caudillo de Ferrol". Esta pifia no debería sorprender a nadie. La política exterior europea de las últimas décadas se ha caracterizado por la ineficacia y el desconcierto.

El 'proceso' eterno

Lo mismo en sitios lejanos como Rwanda o Côte d'Ivoire, que en conflictos más próximos, como los de Bosnia y Kosovo, la actuación de Europa ha combinado la miopía con la impotencia. El caso de Cuba no iba a ser la excepción. Han bastado un año y medio de desdén de La Habana y una mínima queja del gobierno socialista español para que las sanciones de junio de 2003 se viniesen abajo.

La nueva/vieja estrategia europea, basada en las concesiones graduales, el principio humanitario y una posible transición pacífica merece una atención más detallada, que excedería el marco de este artículo. Me limitaré, pues, a comentar algunas de sus premisas.

1. Inicio
2. Las concesiones graduales...
3. Este modelo dialéctico...
   
 
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