Al describir la política italiana dopo guerra en comparación con la soviética, el periodista y escritor italiano Luigi Barzini (hijo) (1908-1984), comentaba que en "Italia se sabía todo, pero no se entendía nada, mientras que en la URSS se entendía todo, pero no se sabía nada".

Economía cubana en 2004: datos versus realidad.

Extrapolado a la economía cubana, bien se puede decir que ni se sabe ni se entiende, dado que en la Isla la confección de cifras sobre sus resultados y proyecciones económicas obedece a dictados políticos, cuando no al miedo. Y a esto hay que añadir que aún no se ha publicado el Anuario Estadístico de 2003, que el informe anual del Banco Central no se difunde desde 2003, y que el último reporte oficial de la Balanza de Pagos data de 2001.

Siamés de este relajo informativo, es el eterno ritornello de que "los logros" (o falta de ellos) "se deben a pesar del, o por causa del embargo norteamericano", máscara de la pésima gerencia económica que asola a Cuba desde 1959. En el mundo racional allende la Isla, ¿cuál empresario podría subsistir con estos argumentos después de 46 años? Tiempo ha lo hubieran echado por incompetente: los problemas se sortean y se resuelven, no se convierten en muro de lamentaciones.

Dicho esto, hay que remitirse a algunos puntos del Informe sobre los resultados económicos del 2004 y el Plan Económico Social para el 2005, presentados a la Asamblea Nacional del Poder Popular por José Luis Rodríguez, ministro de Economía y Planificación, el pasado 23 de diciembre.

Afirma Rodríguez que "en 2004 se alcanza un consumo de nutrientes estimado de unos 3,305 kilocalorías y 85,5 gramos de proteínas diarias… por encima de las normas mínimas de la FAO". Resulta raro que, a pesar del anuncio del ministro, la FAO coloque a Cuba entre los países donde más del 35% de la población padece desnutrición. Pero, según la misma FAO, en el periodo 1995-1997 la ingestión calórica diaria en Cuba era de 2,420 kg/cal.

O sea, que en un período marcado por continuos descensos en la producción agrícola, los cubanos aumentaron su consumo calórico en un 36,6%. ¿Cómo se compagina eso?

Al nivel de Haití

Continúa el ministro con la lista de "logros": crecimiento en "renglones tales como viandas (5%), hortalizas (2%), plátanos (1%), frijoles (3%) y frutales (3%) (…) y avanzan las producciones de la industria alimenticia, destacándose el crecimiento de un 5,2% en el yogur, 44% de leche evaporada y 11% de carnes en conserva". Aparte de que el atribuido incremento a la producción agrícola es exiguo, Rodríguez cita rubros que son esencialmente de importación. O sea, que los cubanos ahora comen más gracias a las remesas de sus familiares y amigos en el exterior, no a los "logros productivos" de la revolución.

"Por otro lado, el ingreso medio que incluye el salario y los sistemas de estimulación alcanza los 354 pesos, sin considerar las gratuidades que reciben nuestros trabajadores". ¡Menuda conquista! El ingreso medio, a tasa de mercado, se reduce a 14 dólares, lo que coloca a Cuba a la par de Haití, Togo, Afganistán y otros países pobres del planeta. Y pensar que en 1958 la Isla ocupaba el tercer lugar, en Iberoamérica, entre los de mayores ingresos per cápita.