www.cubaencuentro.com Martes, 17 de mayo de 2005

 
  Parte 3/3
 
Ser cubano, ¿o no?
Chovinismo, patria portátil y bandera de repuesto: ¿Cómo se conjuga el patriotismo con la epidemia trasnacional de los últimos años?
por LUIS MANUEL GARCíA, Madrid
 

En ese sentido, el exiliado cubano sufre, como cualquier otro emigrante, el ser extranjero en suelo extraño: dificultades en el acceso a la seguridad social y las ayudas del gobierno, ilegalidad, marginalidad, economía sumergida, mafias que se dedican al tráfico de personas y a la "legalización" de inmigrantes, dificultades para desplazarse entre países, obtener créditos, etcétera. Pero el cubano, caso sui géneris, sufre también la condición de ser ciudadano de segunda o de tercera, cuyos derechos han sido usurpados, en su propio país.

Si la condición de extranjero en suelo extraño arroja al cubano, sin red de seguridad, a la cuerda floja del mundo; la condición de cubano en suelo propio lo convierte en minusválido al que el Estado garantiza atención médica y educación gratuitas, para a cambio de enajenarle todo derecho económico, político y de expresión, derecho a la propiedad —sobre su vivienda tiene apenas derecho de uso—, incluso la soberanía sobre sus hijos, que en Cuba está sujeta al pater nostrum Estado, verdadero propietario de los ciudadanos.

De modo que cuando el cubano huye en una balsa, se deja olvidado durante algún viaje de trabajo, se reunifica familiarmente (siempre allá, tú me ves allá) o se acoge a la Ley de Ajuste Cubano, está garantizando su presente. Como el español de 70 años que recupera con su ciudadanía una pensión —de 30.000 españoles en Cuba, 3.000 nacionalizados perciben pensiones asistenciales de 1.000 a 3.000 euros al año—. Pero ese mismo español, al recuperar la nacionalidad, coloca el escalón por donde subirán sus hijos, y tras ellos sus nietos, a la tenencia de un pasaporte tatuado con otra bandera.

Y aunque por razones de caudal inmigratorio la recuperación de la ciudadanía española es la más frecuente, lo mismo sucede con quienes, hurgando en el árbol genealógico, han descubierto un italiano, un noruego o un libanés en su trastienda genética. No se trata de comprar otra nacionalidad por vocación apátrida, se trata de comprar otro futuro ante la imparable devaluación de las predicciones en la Isla.

Profesión extranjero

Quienes se marcharon de Cuba en los sesenta en busca de un presente que suponían transitorio, no quisieron, en muchos casos, adoptar la nacionalidad del país receptor. Confiaban en el regreso y en el mantenimiento de la ciudadanía cubana como ventaja comparativa en la Isla.

Medio siglo de una catástrofe casi geológica ha conseguido, además de abolir el presente, convencer a una buena parte de los cubanos de que el país necesitará otro medio siglo para recuperarse, y así completar los cien años de soledad que anunciaba García Márquez, inocente escritor de una novela que su amigo ha llevado a la práctica.

Cierta vez, en la Sierra Maestra, un niño me preguntó si yo era extranjero. Cuando le respondí que era estudiante, no muy convencido, más que preguntar afirmó: Pero usted está estudiando para extranjero, ¿no? Lo que en aquel minuto parecía una ingenuidad, terminó siendo un vaticinio.

No es raro ver a los cubanos en París, Madrid, Nueva York o Estocolmo celebrando ruidosamente, con tostones, yuca con mojo y puerco asado, la adquisición de una ciudadanía de repuesto. Han conseguido ser suecos sin hacerse los suecos y, sobre todo, han adquirido una patria para sus hijos, alejando definitivamente los fantasmas de la indocumentación y los permisos temporales; pero, sobre todo, por primera vez, se saben ciudadanos de alguna parte, dotados con un paquete completo de obligaciones y derechos, incluso el de seguir siendo cubanos, voluntariamente cubanos.

1. Inicio
2. Más pequeño...
3. En ese sentido...
   
 
EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
Peligros y oportunidades (II)
JORGE A. POMAR, Colonia
Vidas diagonales
EMILIO ICHIKAWA MORíN, Homestead
Peligros y oportunidades (I)
JORGE A. POMAR, Colonia
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir