Quiero expresar mi gratitud al Parlamento Europeo, que me ha escogido para recibir el Premio Andrei Sajarov. También a la Diputada Cecilia Malmstrom, de Suecia, que hizo la propuesta inicial, y a todos los que apoyaron la nominación.

El premio es del pueblo de Cuba, de todos los cubanos, vivan dentro o fuera del país, sin excluir a los que tengan ideas políticas diferentes, aun si apoyan el actual gobierno. Porque defendemos los derechos de todos los cubanos.

Recibo este premio como parte del movimiento cívico cubano, que merece este reconocimiento, especialmente los prisioneros políticos.

Envío un mensaje solidario a los señores Morgan Tsvangirai, de Zimbawe, Saad Eddin Ibrahim, de Egipto, y a la señora Sihen Ben Sedrin, de Túnez. Ellos también estaban postulados para este premio y lo merecen. También sus pueblos y el nuestro merecen la democracia y el respeto a todos los Derechos Humanos, por eso estamos unidos en esta lucha pacífica.

Durante años los cubanos sufrimos no solamente opresión, sino el aislamiento y la desinformación. También muchos en el mundo tenían una imagen imprecisa sobre la realidad cubana y sus expresiones de buena voluntad eran presentadas en Cuba como apoyo al régimen.

Ahora Europa envía un mensaje de respeto a nuestra autodeterminación y de solidaridad al pueblo cubano. No están imponiendo condiciones, ni tomando partido a favor o en contra del gobierno, sino reconociendo que los cubanos "tenemos derecho a los derechos", reconociendo a los miles de cubanos que han firmado y están firmando el Proyecto Varela. Abriendo una nueva etapa, la definitiva, en el camino hacia la democracia y la reconciliación en Cuba.

TODOS UNIDOS, movimiento de unidad de la oposición pacífica cubana, convocó a los ciudadanos para que dieran este paso liberador y muchos están respondiendo.

El premio a la Libertad de Expresión con el nombre de Andrei Sajarov, llega oportunamente a Cuba. Porque si muchos cubanos deciden tomarse dignamente la libertad de expresión, que tienen como derecho por ser seres humanos, lograremos los cambios pacíficos que nuestro país necesita. Es esa expresión la que no puede quedar contenida por más tiempo y es un deber de cada cubano ahora. Es esa expresión libre la que se debe respetar convocando al referendo sobre el Proyecto Varela.

Ruego a Dios que este reconocimiento sirva para unir a los que luchamos por la democracia y que anime a los cubanos a la reconciliación y a caminar juntos hacia el futuro, como hombres y mujeres libres.

Oswaldo José Payá Sardiñas
La Habana, 23 de octubre de 2002