La sociedad cubana está contaminada y enferma desde la base hasta la cúpula. Al caminar por las arterias comerciales de la capital se puede ver a vendedores ambulantes e ilegales ofreciendo productos industriales que sólo fabrica o importa el Estado. En los establecimientos de venta minorista de productos alimenticios racionados se puede comprar muchos de estos renglones a mayor precio.

El ex presidente de Cubanacán, Juan José Vega, implicado en un escándalo de corrupción.

La venta subterránea de medicamentos deficitarios crece y agrede la sensibilidad humana. Los trabajadores del turismo, así como los empleados de los establecimientos que prestan servicios en divisas, no reciben dólares por su trabajo, pero se las arreglan para asegurarse niveles de vida y consumo altos en comparación con el resto de sus conciudadanos.

Una escalofriante estadística oficial indica que más del 15% de la recaudación del siempre congestionado transporte público urbano no llega a las arcas del Estado. Los vehículos automotores de propiedad estatal son la principal fuente de abasto para el mercado negro de combustibles. El sector dolarizado de la economía ha sido conmocionado por la cantidad de títulos académicos falsos que en él se introducen.

Los puestos laborales más lucrativos se compran y venden a muy abultados precios. Los engorrosos trámites migratorios se "alivian" pagando fuerte "bajo la mesa". Qué decir del conato de corrupción que hace varios meses estalló en las instancias gerenciales del sector turístico —siempre ocupadas por personas leales y confiables para el régimen— y que ha obligado a casi militarizar la importante actividad económica.

El fenómeno de la corrupción es uno de los más complejos e inquietantes para el mundo moderno. Es reto trascendental para cualquier sociedad mantener las instancias políticas y los intereses empresariales libres de este flagelo que desvía y agota cuantiosos recursos y degrada importantes valores y referencias.

En Cuba la corrupción tiene muy particulares manifestaciones en extremo preocupantes. Los ejemplos podrían ser interminables, pero es importante analizar las causas, esencias y consecuencias de un fenómeno de tal naturaleza y envergadura.

Preguntas y respuestas

Muchas veces nos preguntamos por qué, si los efectos de la extrema inviabilidad e ineficiencia del modelo económico vigente han empujado a nuestro país al retraso y la carencia extrema, aun de los renglones de producción nacional más tradicionales, no se aprecian en el entorno cubano los bolsones de miseria que agobian a otras latitudes donde existen espacios de libre desenvolvimiento económico, de los cuales estamos privados por obra y gracia del férreo monopolio económico estatal.