La Habana califica a México y Chile de 'hipócritas'

La Habana y México tuvieron en 2002 un difícil año. El voto mexicano en la Comisión de Derechos Humanos podría traer un nuevo momento de tirantez tras la lluvia de críticas desde Cuba.

El gobierno de Fidel Castro acusó al de Vicente Fox de "hipócrita", y de mantener una "doble moral".

La prensa mexicana destacó con grandes titulares las reacciones de La Habana y publicó una nota oficial del gobierno cubano en la que afirma que "quedó en evidencia la hipocresía y doble moral de la Unión Europea y gobiernos como México y Chile, incapaces de contradecir al imperio".

La nota agrega que México fue incapaz de "condenar la más grave violación de los derechos humanos del pueblo de Cuba"; esta es, según las autoridades cubanas, el embargo de Washington a Cuba.

La cancillería mexicana emitió un comunicado en el que afirmó que México tiene una honda preocupación por la situación de los derechos humanos en Cuba, pero invariablemente también está a favor de que Estados Unidos levante el embargo contra la Isla.

"El voto mexicano es congruente con sus principios y no es condenatorio ni crítico contra Cuba", detalló la Secretaría de Relaciones Exteriores.

El año pasado, México votó a favor de una resolución de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU que alentaba al gobierno de La Habana a adherirse al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y al de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, y pedía el nombramiento de un relator para Cuba.

El pasado lunes, el embajador de Cuba en México, Jorge Bolaños, advirtió que si el gobierno mexicano apoyaba una resolución contra La Habana "se tocarían sensibilidades" en la Isla y ello podría afectar la "oxigenación" de las relaciones bilaterales.

Mariclaire Acosta, representante de México en Ginebra, expresó "su honda preocupación por la situación de los derechos humanos en Cuba", y en particular por el hecho de "que la Oficina del Alto Comisionado para los derechos humanos no ha contado con la abierta cooperación del gobierno cubano para producir una evaluación sobre la situación que impera en la Isla".

Acosta dijo que para su gobierno "es obligación de los Estados, tanto individual como colectivamente, velar por el respeto en su carácter universal, indivisible e interdependiente" de los derechos humanos.

Además, reiteró que la resolución sobre Cuba aprobada el pasado jueves "se inscribe en una política de cooperación regional y no de confrontación".

La votación podría profundizar también el deterioro de las relaciones entre las autoridades chilenas y cubanas.

El embajador cubano en Santiago, Alfonso Fraga, calificó de "vergonzoso" el voto de Chile en Ginebra y admitió, en una entrevista difundida el sábado por el diario La Tercera, que las relaciones entre ambos países están "estancadas".

La canciller chilena, Soledad Alvear, reafirmó por su parte la inquietud de Chile por la situación que se vive en Cuba, y recordó la enérgica declaración que emitió el gobierno de Ricardo Lagos para condenar el fusilamiento de tres secuestradores que intentaron desviar una embarcación hacia las costas de Estados Unidos.

"Nuestro país no puede permanecer indiferente ante la aplicación de juicios sumarios que distan mucho de ser una verdadera administración de justicia", señaló un comunicado oficial chileno.

La canciller precisó que el gobierno chileno toma sus decisiones de forma "coherente con la situación que ocurre". El año pasado, Chile apoyó también la resolución sobre Cuba.