AFP/ Washington. Ejecutivos de agencias de viaje estadounidenses crearon una asociación para defender el derecho a viajar libremente, y anunciaron que su primer objetivo será abogar por el fin de las restricciones sobre las visitas a Cuba.

La prohibición de viajar a la Isla fue establecida para "debilitar" al gobierno de Fidel Castro, "pero claramente ha fallado, y mientras tanto ha violado los derechos constitucionales de todos los estadounidenses", dijo Brent Gibadlo, director ejecutivo de la asociación, denominada ATRIP (Association of Travel Related Industry Professionals).

La entidad fue presentada en un acto realizado en un edificio administrativo del Congreso, con asistencia de legisladores que patrocinan un proyecto para poner fin a toda limitación a las visitas a Cuba.

El senador Mike Enzi, del Partido Republicano, dijo que los estadounidenses deben poder viajar a la Isla "sin ninguna restricción en cuanto a dinero, equipaje o cualquier otra medida arbitraria".

El senador demócrata Max Baucus recordó que ya en el año 2000 el Congreso aprobó levantar algunas prohibiciones sobre el comercio con Cuba, y opinó que ya es tiempo de hacer lo mismo en lo referente a los viajes.

El representante republicano Jeff Flake anotó que el apoyo público y legislativo para aflojar el embargo vigente contra la Isla desde hace más de cuatro décadas "aumenta cada año, y es sólo una cuestión de tiempo" para que se materialice en una ley.

Los tres últimos años, la Cámara de Representantes aprobó por márgenes crecientes proyectos de ley para levantar las restricciones sobre los viajes a Cuba, pero las iniciativas murieron por la inacción del Senado.

Baucus y Enzi patrocinan actualmente un proyecto en el Senado y están amenazando con impedir un voto para la confirmación de Roger Noriega, designado Secretario de Estado Asistente para Asuntos Interamericanos, a menos que el liderazgo republicano de la Cámara alta les garantice que permitirá una votación sobre el tema de los viajes a Cuba.

Gibadlo dijo que unos 2,8 millones de estadounidenses podrían visitar anualmente la Isla si se levantan las restricciones, generando hasta mil millones de dólares en negocios para las líneas aéreas y agencias de viajes.