La representación en La Habana del Banco Nacional de Comercio Exterior de México (Bancomext) confirmó que la institución dejará Cuba en abril tras luchar sin éxito durante la última década para recuperar deudas vencidas por unos 400 millones de dólares.

"Nuestro personal ya ha partido, la oficina cierra a mediados de abril y yo parto en 20 días", dijo César Lajud Desentis, responsable de las operaciones de Bancomext en Cuba.

Bancomext ha funcionado como intermediario de más de 200 firmas mexicanas que hacen negocios en la Isla y en los últimos años ha intentado cobrar las deudas del gobierno cubano con las empresas.

"No hay duda de que la salida de Bancomext tiene tintes políticos y económicos, así que no son buenas noticias para Cuba", opinó un diplomático latinoamericano, cuya embajada ha contratado a algunos de los empleados de Bancomext.

Durante la administración del presidente Vicente Fox, México, que ha sido un importante aliado del gobierno de Fidel Castro en Latinoamérica, se ha enfrentado a La Habana por la situación de los derechos humanos en la Isla.

En 2002, en medio de un fuerte diferendo político con Fox, Castro canceló unilateralmente un acuerdo de reestructuración de deuda con Bancomext. El pacto había sido firmado apenas unos meses antes, tras años de negociaciones.

El acuerdo de reestructuración contemplaba que La Habana pagaría la deuda en un plazo de 10 años y fue garantizado por los ingresos del monopolio estatal de telecomunicaciones, Empresa Nacional de Telecomunicaciones de Cuba S.A. (ETECSA), en el que Telecom Italia tiene un 29,29% de participación.

Bancomext ha llevado a los tenedores de acciones de ETECSA a juicio en Europa para recuperar 70 millones de dólares de la deuda, dijo Lajud, quien admitió que recuperar el resto será más complicado después que cierre la oficina de Bancomext.

Algunas compañías mexicanas han pedido a Bancomext que reconsidere el cierre de la oficina establecida en 1975, la más grande de entre un total de 14 que el banco dice cerrará debido a problemas presupuestales.

"Es cierto que las compañías mexicanas quedarán sin un asesor invaluable en un mercado único y complejo", dijo Lajud.