Un grupo de eurodiputados terminó este jueves una "intensa visita" de dos días a La Habana, como parte de los intentos por desbloquear las relaciones entre el gobierno de Fidel Castro y la Unión Europea (UE), informó la AFP.

Se trata de dialogar "con los principales actores para intentar desbloquear una situación que a nosotros nos parece muy desafortunada", dijo el español Miguel Ángel Martínez, presidente del Grupo de Solidaridad con Cuba en el Europarlamento.

Según explicó Martínez en conferencia de prensa, la visita, realizada en compañía de dos colegas británicos, uno francés y otro belga, estaba pactada desde hacía tiempo, pero adquirió "una relevancia extraordinaria por las circunstancias en que están viviendo las relaciones entre Cuba y la UE".

La UE adoptó en 1996 una Posición Común en la cual pide al régimen cubano cambios a favor de la democracia y respeto a los derechos humanos.

En junio del año pasado asumió medidas diplomáticas adicionales para protestar por el encarcelamiento de 75 disidentes, condenados a penas de hasta 28 años.

En una apretada agenda, los eurodiputados se entrevistaron con el vicepresidente Carlos Lage, el canciller Felipe Pérez Roque, el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, el cardenal Jaime Ortega, representantes de Organizaciones No Gubernamentales y los embajadores de la UE en La Habana.

Sin embargo, desestimaron conversar con representantes de la oposición interna. "Yo he venido aquí a tratar de resolver un problema, no a intentar contribuir a emponzoñar una situación", dijo Martínez.

"Hemos decidido cuáles eran los interlocutores que nos convenía ver, pues creemos que esos son los que tienen responsabilidad y poder para salir de una situación que no conviene (...) a nadie", explicó.

La economista disidente Martha Beatriz Roque dijo a la AFP que intentó conversar con los eurodiputados. "No nos quieren ver, nos dieron un portazo en la cara", afirmó.

Desde la llegada al poder en España del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), al que pertenece Martínez, Madrid intenta liderar un cambio en la política de la UE hacia la Isla, alegando su ineficacia.

Martínez dijo que la actual política de la UE hacia Cuba "no es autónoma, es calcada de la política de Estados Unidos", incoherente con la política del bloque hacia las demás naciones y discriminatoria.

Alertó contra "una escalada de actuaciones de quienes han impulsado esa política" y no desean cambios.