Para el gobierno de Fidel Castro "las únicas mujeres que importan son las que se adhieren al sistema", dijo este martes la neurocirujana cubana Hilda Molina, quien desde hace diez años pide sin éxito a las autoridades de la Isla viajar a Argentina a reunirse con su hijo y conocer a sus nietos.
"Las mujeres que pensamos diferente no importamos, ni tenemos derecho", sostuvo Molina, según la edición en Internet del diario argentino La Gaceta.
"En un régimen que persigue a mujeres que no piensan como el tirano, no se puede sobrevivir. Yo esperaba poder ir a Argentina, pero nada de eso sucedió", afirmó Molina y agregó que no se callará, "en nombre de todas las mujeres que son censuradas por el régimen de Castro".
La prominente neurocirujana fue directora del Centro Internacional de Restauración Neurológica (CIREN), miembro del Partido Comunista de Cuba y diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
En 1994 renunció a su cargo en el CIREN por discrepancias con la política gubernamental respecto a los tratamientos médicos que allí se ofrecían. Su postura le llevó a ser apartada de su medio laboral y social.
Molina ha pedido en reiteradas ocasiones salir de la Isla para visitar a su hijo Roberto Quiñones, residente en Argentina. El asunto llegó en diciembre pasado hasta el presidente Néstor Kirchner, quien escribió a Fidel Castro intercediendo por la doctora.
El gobernante cubano respondió con la propuesta de que fuese la familia de Molina la que viajara a La Habana.
Para mayo próximo está prevista la visita a la Isla de la nuera de Molina y sus dos nietos. Quiñones se niega a viajar a Cuba por temor a que no le permitan luego regresar a Argentina con su familia.
El canciller argentino, Rafael Bielsa, aseguró recientemente que Buenos Aires sigue adelante con las gestiones para que Molina pueda salir de la Isla.
"Estoy esperando que se cumplan mis reclamos, yo lucho por mis derechos, no me voy a callar, los que callan es porque tienen miedo, pero que sepan que tendrán en mí y en mi voz a una activa defensora de la causa de todos", dijo la doctora, para quien la situación por la que están atravesando ella y su madre, es "un escarmiento" por decir lo que piensa.
"Ahora estamos esperando que le den la visa a Eduardo Valdés (ex funcionario de la Cancillería argentina y actual abogado de la familia) para que explore cuáles son las garantías para mi nuera y mi nieto, porque para mi hijo aún no hay garantías", dijo. |