El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, condicionó este martes en Estrasburgo posibles "gestos claros" de La Habana a que la Unión Europea (UE) no vote a favor de una resolución sobre Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, informó Europa Press.
"Si la UE se apartara de la votación estéril, que genera enfrentamiento, Cuba estaría dispuesta a sentarse con la UE a acordar un programa", afirmó Pérez Roque en un encuentro con eurodiputados de extrema izquierda, socialistas y liberales del Parlamento Europeo.
Si los Veinticinco no votan en su contra en Ginebra, el gobierno cubano haría "gestos claros de reconocimiento" a la política europea dijo el canciller cubano, quien evitó pronunciarse sobre la liberación de presos políticos.
La Habana "se sentiría en la deuda moral de acompañar la decisión europea. Firmaría el pacto de derechos económicos, sociales y culturales al día siguiente, diciendo que hemos empezado una nueva etapa en nuestras relaciones", afirmó.
El funcionario acusó a la UE de secundar la política de Washington. "Queremos relaciones con Europa serias, basadas en un marco nuevo, en un diálogo de los derechos humanos, pero no puede ser posible el diálogo mientras la UE, de manera automática y dócil, sigue la política de Estados Unidos contra Cuba", dijo.
Para el canciller cubano el paso siguiente a la recuperación del diálogo sería sustituir la actual Posición Común de UE sobre Cuba por un documento bilateral "en el cual haya un diálogo político entre las partes".
Con la Posición Común, adoptada en 1996, los países miembros de la Unión piden al régimen de Fidel Castro cambios a favor de la democracia y respeto a los derechos humanos.
"Nosotros estaríamos interesados en un programa de intercambio de experiencias y cooperación en áreas como Justicia, sistemas carcelarios, sistemas electoral. Por supuesto, en un marco de reciprocidad y tratamiento mutuo. No en situación de alumnos, sino de contraparte para aprender uno del otro. Y lo haríamos", afirmó Pérez Roque.
A juicio del funcionario, las relaciones entre La Habana y la UE tienen un "fallo estructural de fondo", y es que no existe un "marco legal apropiado" porque Cuba es el único país del continente americano con el que los europeos no han suscrito un acuerdo bilateral.
"Hoy tenemos la situación de que la UE se ha autoaislado de tener un diálogo real y privilegiado con Cuba", agregó. |