El Congreso para la Democracia en Cuba, inaugurado este viernes en La Habana "es un éxito de las fuerzas democráticas", dijo la disidente Martha Beatriz Roque al cónclave, en el que participan más de dos centenares de opositores cubanos, informó la AFP.

Congreso de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil.

El Congreso, organizado por la Asamblea para Promover la Sociedad Civil (APSC), se realiza en un terreno al aire libre en Río Verde, Boyeros.

El lugar, acondicionado en los últimos días con pisos de cemento, baños y un auditorio con sillas plásticas, rebozaba este viernes de personas que no cesaban de gritar consignas y reclamar una amnistía para los presos de conciencia.

"Estoy segura de que en Cuba habrá un antes y un después de este 20 de mayo, en que hemos logrado reivindicar el derecho de reunión, conculcado por años por este régimen totalitario", señaló Roque, quien fue reelecta presidenta de la APSC.

La economista, que estuvo entre los 75 opositores encarcelados por el gobierno cubano en marzo de 2003 y el año pasado recibió una licencia extrapenal por razones de salud, dijo que se sentía "satisfecha" por la alta asistencia.

"Lamentablemente, hemos conocido que algunos legisladores europeos que habíamos invitado, así como algunos periodistas extranjeros, han sido detenidos y deportados para impedirles estar hoy junto a nosotros", dijo.

Unos 13 europeos, entre políticos y periodistas, habría sido expulsados de Cuba en las últimas horas. Todos viajaron a la Isla con intenciones de asistir al Congreso.

"Es una nueva muestra del totalitarismo de este régimen. Pero ni aún así han podido detenernos. Esto es como abrir la puerta a la democracia", dijo Roque.

Esta es la primera vez que la disidencia logra concretar una reunión nacional.

Un grupo de diplomáticos asistió a la inauguración del cónclave; entre ellos, estuvieron el representante de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, James Cason; el primer secretario de la embajada de la República Checa, Stanislav Kazecky; y el diplomático holandés Koen Sizzo.

"Vengo como invitado y como observador. No voy a hablar ni a participar en el Congreso", dijo Cason, quien fue portador de un mensaje del presidente estadounidense, George W. Bush.

"La ola de la libertad se extiende por todo el mundo y algún día cercano alcanzará las orillas de Cuba. Ningún tirano puede permanecer firme para siempre ante el poder de la libertad", dijo Bush en su mensaje, grabado en un CD y difundido en un computador portátil al auditorio disidente.

"¡Viva Bush, viva Bush!", gritaron algunos de los delegados. Roque dijo que esas expresiones eran una muestra de respeto hacia el presidente estadounidense y no de "vasallaje" a Estados Unidos.

Tras entonar el himno nacional, los opositores iniciaron sus trabajos en diversas comisiones para redactar un documento final.

En los alrededores, vecinos y curiosos seguían el desarrollo del encuentro desde azoteas. Mientras, en la calle, estaba un grupo de opositores que se trasladó hasta el sitio para apoyar el evento.

Roque los llamó a la cordura y les pidió que no cayeran en provocaciones, pese a que no se notaba hasta ese momento ningún dispositivo montado por la Seguridad del Estado para interrumpir la reunión.

"Debo admitir que yo era pesimista sobre si podría celebrarse esta reunión y ahora me alegro de haberme equivocado", dijo Vladimiro Roca, portavoz del movimiento Todos Unidos, que asistió como invitado al Congreso.

No obstante, llamó a evitar descuidos. "Puede que pasado este acontecimiento, vengan las represalias", dijo.

El Congreso, que concluirá este sábado, también generó polémica entre la disidencia interna. Varios importantes grupos de la oposición expresaron su desacuerdo con la iniciativa y criticaron a sus organizadores.

"Hoy hay que hablar de unidad y saludar a quienes acudieron masiva y valientemente a dar la cara en este histórico evento", dijo Roque.