Periodistas independientes de la Isla exigieron "enérgicamente" la liberación "incondicional y sin destierro de los prisioneros de conciencia de Cuba y el resto del mundo".

A pocos días de celebrarse el Día Internacional de la Libertad de Prensa, la disidente Sociedad de Periodistas Márquez Sterling —cuyo presidente, Ricardo González Alfonso cumple una condena de 20 años de cárcel— condenó "a los gobiernos y grupos de poder que con la censura o la violencia impiden el libre flujo de la información".

La organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), ha calificado el 2003 como un "año negro" para la libertad de prensa en Cuba. De los 75 opositores condenados en abril a penas de hasta 28 años, 26 eran periodistas.

En total, 30 informadores están en las cárceles de la Isla. El más reciente caso es el de Carlos Brizuela Yera, sentenciado a tres años después de pasar 26 meses en prisión esperando ser llevado a juicio.

Disidentes, familiares y organizaciones internacionales han denunciado en reiteradas ocasiones las "infrahumanas" condiciones de reclusión de los periodistas y opositores presos en Cuba. Muchos de ellos se encuentran en régimen de máxima severidad y han realizado huelgas de hambre para protestar por su situación.

Tras el encarcelamiento masivo de periodistas de abril de 2003, la oposición interna de la Isla ha continuado denunciando hostigamientos, detenciones temporales, interrogatorios y amenazas de la policía cubana a los informadores que aún están en libertad. Algunos de ellos han tenido que abandonar la Isla.

En Cuba todos los medios de comunicación están bajo control del Estado y el acceso a ellos está vetado para los disidentes. RSF considera a Fidel Castro uno de los 37 predadores que en el mundo "tienen poder para censurar, encarcelar, secuestrar, torturar y, en los peores casos, asesinar a periodistas".

El próximo 3 de mayo, día dedicado a la libertad de prensa en el mundo, RSF presentará un informe detallado sobre la situación de los periodistas encarcelados en Cuba y las agresiones de la policía política a aquellos que todavía están en libertad.