Estos no son días buenos para hacer turismo en Venezuela. Con tanta inestabilidad política no sería prudente viajar a la isla de Margarita en busca de un bronceado perfecto.
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Venezuela: ¿Hasta dónde será capaz de llegar Chávez? |
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Si lo que se desea es tranquilidad, nada mejor que Varadero, el famoso balneario cubano. Allí sería muy raro quedar atrapado en un hotel, a causa de un enfrentamiento violento entre los cuerpos de seguridad y los opositores al presidente Hugo Chávez.
Se equivocaron quienes pensaron que los peores días de la crisis política en Venezuela habían pasado. Durante las últimas semanas una burbuja de tranquilidad envolvió a este país, pero muchos intuían que la burbuja era muy frágil y que en cualquier momento podría estallar, dejando desguarnecidos a los que viven aquí.
Luego de que la oposición venezolana asegurara haber entregado en diciembre pasado 3,4 millones de firmas, avalando un referéndum revocatorio del mandato de Chávez, el país se sumió en una tensa calma a la espera de la decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE), encargado de validar las firmas. El revocatorio, como se le dice comúnmente, acapara todos los esfuerzos del gobierno y de la coalición opositora Coordinadora Democrática. El primero ha puesto todo su empeño en impedirlo, y la segunda ha hecho lo propio por llevarlo adelante.
El presidente venezolano, en reiteradas oportunidades, intentó romper la tregua con declaraciones subidas de tono sobre un presunto "megafraude" cometido por la oposición durante la recolección de firmas. Excepto algunas escaramuzas verbales entre dirigentes políticos de ambos bandos, la cosa no pasó a mayores.
La burbuja estalló el 24 de febrero pasado, tras la decisión del CNE de objetar 148.000 planillas —contentivas de más de un millón de firmas contra Chávez— por presentar renglones llenados con "caligrafía similar". Jorge Rodríguez, uno de los cinco rectores del CNE, explicó que la solicitud del referéndum era una acción "personalísima", por lo cual los solicitantes debían llenar sus datos personales, tales como nombre, número de cédula de identidad y fecha de nacimiento, sin la asistencia de nadie.
La decisión del CNE fue tomada por tres de los cinco rectores que componen el órgano electoral, en una muestra de cuán polarizada está la sociedad venezolana. Sobella Mejías y Ezequiel Zamora —los dos rectores del CNE que se opusieron a la decisión— alegaron que el reglamento no establecía que los datos no podían ser llenados por otras personas, puesto que la firma y la huella digital eran las que validaban la solicitud.
Sobella Mejías expresó que la medida "pone en un hilo" la realización del referéndum contra Chávez. Por su parte, Zamora dijo que no se estaban respetando las normas fijadas, porque "en ninguna parte de las normas se habló del llenado de datos". Aseguró que el paso a observación de las planillas pone un obstáculo al referéndum. "Se ha obligado a que sean los electores quienes tengan que probar mediante un reparo que ellos fueron los que firmaron". |