Agentes de la Seguridad del Estado amenazaron a María de los Ángeles Falcón Cabello, sobrina de la líder disidente Martha Beatriz Roque, por su participación en actividades que organiza la opositora.

Según informó Roque en una declaración entregada a la prensa, dos oficiales de la Seguridad se presentaron en la residencia de su sobrina para advertirle que su relación con la disidente había dejado de ser familiar, ya que Falcón permanecía en casa de su tía durante reuniones de opositores, "repartía la merienda y arreglaba los papeles".

"Le manifestaron que era un privilegio que ellos estuvieran allí, porque podrían haberla citado a otro lugar más desagradable", dijo Roque. "Cuestión esta referida al hecho de indefensión en que se encuentra cualquier ciudadano, que tiene que recibir en su casa la visita —no bienvenida— de las fuerzas represivas gubernamentales", agregó.

Los agentes dijeron a Falcón que no podían prohibirle que visitara la casa de Roque, pero le aconsejaron que, "por su bien", cuando se realizara alguna reunión de disidentes, se fuera, "pues podía costarle caro".

"La situación 'ilegal' en que está incurriendo (Falcón) es, según la Seguridad del Estado, que no está asumiendo una actitud familiar, que ya es prácticamente disidente; pues habían conocido que ella participaba en recepciones en sedes diplomáticas". Esto "implica que su actitud es la de un contrarrevolucionario y los contrarrevolucionarios van a prisión", afirmó Roque.

La disidente opinó que lo ocurrido a su sobrina "es prueba de la forma usual de tortura psicológica que utiliza el gobierno dictatorial en contra de los que disienten, usando para ello, sin ningún escrúpulo, hasta a la familia".

"De continuar esta situación me veré en la necesidad de tomar medidas extremas, entre ellas, buscar la revocación de mi licencia extrapenal", dijo Roque, para quien el gobierno cubano "no tiene ningún interés en modificar su política de hostigamiento y represión".

La líder de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil responsabilizó "a la más alta dirección del país por estos hechos y por las consecuencias que los mismos puedan tener".

Roque fue sentenciada a 20 de años en abril de 2003, durante la campaña represiva que envió a la cárcel a 75 disidentes con penas de hasta 28 años.

El año pasado recibió una licencia extrapenal por razones de salud. Según la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, este tipo de permisos no implica la condonación de la pena.