La prensa oficial cubana es sencillamente alucinante. Los isleños de a pie demoraron casi tres días en conocer que ya Irak no tenía dictador. Los medios sólo informaron del control total de Bagdad —increíblemente— varios días después de que la gigantesca estatua de Sadam Hussein fuese historia frente al hotel Palestina de la capital iraquí. Ésa, la

Niños iraquíes juegan sobre la estatua derribada de Sadam Hussein. Una imagen prohibida en Cuba.

imagen más reproducida del mundo en 2003, jamás fue vista por los residentes en la mayor de las Antillas, quienes se perdieron una parte no menos importante del conflicto: la demostración de alegría del pueblo iraquí ante la huida del tirano.

Después de tan tendenciosa cobertura cierta publicación electrónica de la Isla, que, a propósito, los cubanos tampoco pueden ver ante la cruzada estatal contra Internet, dedica varias páginas a reprocharle a la revista mexicana Nexos que no accediese a publicar un artículo con el punto de vista de los de adentro. "Una vieja tradición de la llamada prensa libre (…) ha sido mirar la realidad de la Isla desde un punto de vista que, por lo general, excluye la visión de quienes viven en ella", señala el regaño de marras, cuando en realidad debiera decir que excluye —seguramente por las tendencias editoriales de la revista—, a la zafia oficialidad del periodismo criollo. Es incierto que en los análisis sobre el tema nacional sólo se publiquen autores radicados en el extranjero. De lo contrario, ¿por qué están presos entonces Raúl Rivero, Oscar Espinosa Chepe y Omar Rodríguez Saludes, entre decenas más que intentaron desde el verde caimán dar a conocer su opinión al mundo?.

El tema siempre conduce, inevitablemente, a la bizantina discusión sobre la libertad de prensa. Retomando la idea de que toda libertad periodística está regida legítimamente por la ideología del grupo o empresa editora, y de que sólo puede alcanzarse en un nivel macrosocial donde interactúen todas esas tendencias, es preciso reiterar el pánico de las autoridades cubanas a esa confrontación, de la que sólo sale vencedor el que tiene, o mucho dinero e influencias (desgraciadamente), o muchos argumentos válidos y autoridad moral (afortunadamente).

Aun con sus defectos, las ventajas de la prensa libre son apabullantes. Incluso, el propio Gobierno cubano lo reconoce. En la propia prensa digital, los funcionarios del régimen se felicitan de que el ya famoso Mensaje desde La Habana para amigos que están lejos —que seguramente estigmatizará para toda la vida a algunos de sus firmantes— haya alcanzado una "amplia repercusión en la prensa del mundo". De acuerdo con la publicación, "CNN (Estados Unidos), BBC (Reino Unido), El País (España), Milenio, Clarín, Página 12 (Argentina), El Nacional (República Dominicana), La República (Uruguay) y La Jornada (México)" se hicieron eco del mensaje firmado por Alicia Alonso, Chucho Valdés y Silvio Rodríguez, entre otros, en el que califican de "manifiestos calumniosos" las condenas de la comunidad intelectual internacional contra la represión de las últimas semanas.