AFP/La Habana. El pianista Chucho Valdés fue sorprendido en su casa en La Habana por su quinto premio Grammy, noticia reflejada este jueves en las primeras páginas de dos diarios oficialistas, que a su vez ignoraron igual galardón obtenido por su padre exiliado, el pianista Bebo Valdés, y por Celia Cruz y Albita Rodríguez.

"Sinceramente, no lo esperaba, estaba revisando partituras y no pasó por mi mente que este martes se daban a conocer los Grammy", dijo Valdés, de 62 años, al Granma, al conocerse el resultado de los premios en Los Ángeles (EE UU).

"Desde que grabé el disco, tuve fe en lo que allí quedó registrado. Tanto es así que me entero de esta recompensa cuando estoy enfrascado en una saga de esas nuevas concepciones, que debo grabar en los próximos meses también para el sello Blue Note", añadió.

Granma y Juventud Rebelde resaltaron la información en sus primeras páginas, pero se abstuvieron de consignar el nuevo premio Grammy obtenido por Bebo Valdés, el octogenario padre de Chucho, quien se marchó de la Isla en los años sesenta y nunca más ha regresado ni de visita.

La televisión y la radio oficialistas sí consignaron —brevemente y sin comentarios— el premio de Bebo.

Tampoco hubo referencia en la prensa oficial de la Isla al premio póstumo a la cantante exiliada Celia Cruz por Regalo del alma, con el cual obtuvo el galardón por mejor álbum de salsa, ni se habló del otorgado a Albita Rodríguez.

En cambio, Juventud Rebelde señaló que Chucho Valdés y su compatriota Juan Formell (nominado) no pudieron estar presentes en la ceremonia de entrega de los premios en Los Ángeles "porque nuevamente les fueron negadas las visas".

Bebo, tronco del llamado "clan Valdés", que incluye a músicos hermanos e hijos de Chucho, ganó el premio en la categoría de Mejor álbum tradicional tropical por Lágrimas negras, boleros cubanos y de otros países latinoamericanos cantados por el español Diego El Cigala, con Valdés al piano.

El disco, grabado en España, ha tenido una gran acogida en el mundo hispano, y hace dos meses fue promocionado en Cuba: El Cigala cantó en un concierto en La Habana, pero acompañado por Chucho, quien cumplió un encargo paterno.

Este es el quinto premio Grammy concedido a Chucho Valdés: tres de ellos en la convocatoria regular (no latina) por Irakere (1978), Crisol of Habana (1997), junto al trompetista Roy Hargrove, y Live at the Vanguard (2001); y otro en el certamen latino, por Canciones inéditas (2002).

"Estoy en un momento de mucho trabajo, terminé un disco a piano solo con música tradicional cubana, que lo gocé tremendamente, y pretendo terminar pronto la grabación de arreglos orquestales para jazz latino con la Sinfónica Nacional y mi viejo y buen amigo Manuel Duchesne Cuzán. Me vienen nuevas ideas y no las puedo dejar", indicó el también compositor, director y arreglista.

El álbum premiado en esta ocasión cuenta con siete temas y está grabado por Valdés y los otros tres músicos de su cuarteto, el bajista Lázaro El Fino Rivero, el baterista Ramsés Rodríguez y el tumbador Yaroldy Abreu.

Como músicos invitados están incluidos en la grabación Maylin Sevilla (cello), Joaquín Oliveros (flauta), Román Filiú (saxo alto) e Irving Acao (saxo tenor).