Dicen que nunca es tarde cuando la dicha llega, y a Juan Carlos Muñiz le tomó dos años de larga espera encontrarla.

El jardinero cubano, firmado por los Marlins de la Florida en 2003 mientras se encontraba en Brasil, tuvo que esperar dos años por problemas burocráticos hasta que pudo llegar a Estados Unidos.

"Fueron dos años muy difíciles, porque estaba dentro del sistema del béisbol, y a la vez estaba fuera y muy lejos", comentó el jugador, de 29 años de edad, 201 libras de peso y seis pies y cuatro pulgadas de estatura. "Nunca pensé que me tomara tanto tiempo encontrarme aquí, pero creo que todavía estoy a tiempo para lograr mi sueño".

Muñiz había logrado impresionar a varios scouts de Grandes Ligas en una demostración en Brasil, especialmente al director de búsqueda de talento de los Yankees para América Latina y a Fred Ferreira, director de los Marlins para operaciones internacionales.

Finalmente, los Peces se quedaron con el muchacho y tras firmarlo, Ferreira había elogiado sus condiciones al describirlo como un jardinero de buen brazo, que cubría mucho terreno y que era capaz de batear con tacto y fuerza.

"Esas son mis principales armas", recalcó Muñiz. "Para mí se abre un mundo nuevo, pero confío en que así como impresioné a los Marlins una vez, pueda hacerlo otra vez en el futuro".

Con cinco temporadas de experiencia en las Series Nacionales de Cuba, donde militó con los equipos Metropolitanos e Industriales, Muñiz comenzará el año en las Ligas Menores de los Peces.

En su última temporada (2000-2001) con los Metropolitanos, Muñiz conectó para 283.

El habanero arribó a Estados Unidos hace una semana y se reunió con su compatriota Michael Tejera, ex lanzador de los Marlins y con quien compartiera equipo en la selección nacional juvenil de la Isla.

"Juan Carlos tiene un gran talento y a los Marlins les será muy útil", confirmó Tejera. "Es alguien que juega con pasión y no va a dejar pasar la menor oportunidad de ascender''.

Durante estos dos años en Brasil, el cubano se mantuvo entrenando y participaba cuando podía en los torneos de béisbol celebrados por la comunidad japonesa en la nación sudamericana.

Pero reconoce que fueron dos años muy difíciles, sobre todo cuando podía ver juegos de Grandes Ligas o se enteraba de noticias sobre sus compatriotas en el béisbol mejor del mundo.

"Tuve que hacer muchas cosas para sobrevivir'', afirmó Muñiz. "Tuve que trabajar en varias cosas, pero miro todo ese proceso como una etapa de fortalecimiento y aprendizaje, que me ayudará a luchar con más fuerzas de ahora en adelante".