Durante la campaña electoral argentina, el ex presidente Carlos Menem llegó a plantear que el país tenía que elegir entre dos modelos distintos, el de Cuba y España.

Partidarios de Kirchner celebran su triunfo.

Por supuesto, Menem era el representante del modelo español y colocaba a su oponente, Néstor Kirchner, como promotor del estilo cubano de gobierno. Probablemente, la frase del ex presidente argentino resultaba un poco exagerada y formaba parte de los métodos utilizados cuando se está en campaña.

Pero lo cierto es que Kirchner, quien toma posesión el próximo 25 de mayo, fue el "principal consejero" del presidente Eduardo Duhalde cuando éste adoptó la decisión de abstenerse en la votación de una resolución contra el régimen de Fidel Castro, en la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra, según reveló recientemente el diario Clarín.

Hay que recordar que esta resolución fue una de las más suaves que se ha presentado en Ginebra, ya que en su contenido se trataba de asegurar que La Habana aceptase la visita de la comisionada francesa para investigar en el terreno si los derechos humanos eran o no respetados por el régimen. En las diez ocasiones anteriores, incluyendo una bajo el Gobierno del propio Duhalde, Argentina había votado a favor de las mociones de condena.

Kirchner llegará al poder porque poco antes de la segunda vuelta electoral Menem decidió retirarse de la corrida. El ex gobernador fue el segundo candidato más votado en la primera vuelta (22 por ciento), y tendrá ahora que conformarse con el argumento de que las encuestas apuntaban a que recibiría cerca del 70 por ciento de los votos en las elecciones que debían haberse celebrado el 18 de mayo. La jugada de Menem le resta cierta credibilidad a su mandato.

El hecho de que los dos candidatos que llegaron a la segunda vuelta procedieran de las filas del Partido Justicialista (peronista) se explica por el clientelismo que fomentó el presidente Duhalde, que aumentó en un 2000 por ciento el número de argentinos que recibía subsidios a la pobreza o el desempleo. Según cifras del Centro de Estudios Nueva Mayoría, el número de personas que recibía subsidios del Gobierno aumentó de 140.000 a tres millones.